Desde que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comenzó a lanzar los bonos para la reconstrucción de una Argentina libre (Bopreales) a finales de 2023, el mercado local evolucionó rápidamente.
En concreto, los activos financieros se revalorizaron por las buenas expectativas sobre el futuro del país, lo que comprimió fuertemente los rendimientos de la deuda.
Por esta razón, a día de hoy, los Bopreales ya ofrecen una tasa interna de retorno (TIR) promedio de entre un 9% y un 11% en dólares, frente al casi 20% máximo alcanzado durante los primeros trimestres del año pasado.
En tanto, los bonos del Tesoro Globales con ley extranjera (GD) y los Bonares emitidos bajo ley local (AL) recortaron sus rentabilidades hasta el nivel del 10%, aunque estas subieron al rango del 11,5% tras la caída de precios de las últimas semanas, que llevó al riesgo país nuevamente por encima de los 700 puntos.
En consecuencia, cada vez más inversores se preguntan qué tipo de deuda es más conveniente para incluir en un portafolio, en especial por sus similitudes (son títulos emitidos directa o indirectamente por el Estado y pagan sus rentas en dólares).
La respuesta para los especialistas del mercado es clara. "A estos precios, vemos poco valor en la mayoría de los bonos del BCRA, ya que seguimos sin percibir una prima por tener al Banco Central como emisor. Su histórica falta de independencia reduce la probabilidad de que cumpla con sus compromisos en caso de incumplimiento del Tesoro", comentó Martín Polo, estratega jefe en Cohen Aliados Financieros.
"Además, los Bopreales bajo ley Argentina ofrecen una protección más débil que los bonos del Tesoro bajo ley de Nueva York. En este contexto, la capacidad del Tesoro para prepagar obligaciones, como se evidenció con los vencimientos de enero de 2025, destaca su acceso prioritario a divisas por sobre el Banco Central", añadió.
Por su parte, Isaías Marini, analista de Estrategia en Consultatio Financial Services, relató que, dado el pobre desempeño de los Globales respecto de los Bopreales en el último mes y los rendimientos actuales, "un trade posible es vender Bopreales para comprar Globales, que tienen margen para comprimir rendimientos si se vuelve a los niveles de riesgo país de un mes atrás o incluso más si aparecen novedades sobre el acuerdo con el FMI".
En esta línea, Eric Ritondale, economista jefe en Puente, señaló que la deuda del Banco Central es más corta y, por ende, más defensiva que la parte corta de los bonos soberanos en dólares, como los que vencen en 2029 y 2030.
Por lo tanto, como se pronostica una nueva racha de compresión de rendimientos, lo que resultaría atractivo para los inversores es la parte larga de la curva soberana, es decir, los que caducan en 2035, 2038, 2041 y 2046.
"A los precios actuales, como alternativa más defensiva, preferimos a los Globales cortos 2029 y 2030 por sobre los Bopreales, que los vemos algo caros relativamente como bonos hard dollar puros. A su vez, dado que esperamos una mejora en las condiciones crediticias del soberano en los próximos meses, creemos que hay valor en la parte larga de la curva soberana", agregó el ejecutivo.