Seguramente escuchamos todo el tiempo en los medios económicos y financieros hablar de bonos. Pero, ¿saben realmente cómo es un bono? Su estructura de un bono consta de dos partes centrales:
Una es el Capital del bono, que es el monto de plata que se devolverá por el préstamo inicial de plata. Por ejemplo, si compramos 100 bonos de 1 dólar, el capital del bono es 1 dólar y nos tendrán que devolver en concepto de capital 100 dólares.
La otra parte esencial es el denominado Cupón del bono, que representa la tasa de interés del bono. Generalmente, estos intereses se expresan en un porcentaje anual, por ejemplo 10% anual, que luego puede ser pagado en diferentes formas de pagos: trimestrales, semestrales o anuales, por citar algunos.
Veamos un ejemplo: si un bono paga 10% de intereses y la forma de pago es anual, el bono paga un cupón de 10% de interés al año. Ahora bien, si ese 10% se paga en forma semestral, el bono paga 2 cupones de 5% de interés cada uno. Y si el pago fuera cuatrimestral, el bono paga 4 cupones al año, cada uno de 2,5%.
La forma de pago del capital y de los cupones puede ser muy diversa, pero se especifica para cada bono cuando se anuncia la emisión. De este modo, quedan predeterminadas para que el inversor sepa de antemano cómo le será devuelta la plata si decide comprar el bono.
¿Qué tipos de bonos existen?
Existen distintos tipos de bonos. Hay bonos en dólares (que se compran con pesos o dólares, y pagan en dólares), están los bonos que ajustan por inflación (que nos protegen ante un aumento en el nivel general de precios), y existen bonos vinculados al crecimiento del PBI o de los salarios.
También pueden estar relacionados a determinada tasa de interés e incluso están los denominados dollar linked que, si bien no pagan en dólares sino que pagan pesos, se mueven con la cotización de la moneda extranjera ofreciendo una cobertura para los pesos ante una suba del dólar.
Hay muchos más. Es como un gran menú de un restaurante, donde existen distintos bonos sobre los que podemos elegir. Lo que tenemos que hacer antes de elegir, es analizar y asesorarnos cuál es el plato que mejor nos sienta para este momento de la economía.
¿Cuáles son los riesgos de los bonos?
El interés que prometen pagarnos los gobiernos y las empresas es directamente proporcional al riesgo que incluyen. Así, a mayor riesgo o peligro de atraso o impago, mayor interés ofrecerán para seducir a los inversores. Claramente no es lo mismo prestarle al gobierno de Estados Unidos o Alemania que al de un país que atraviesa dificultades económicas.
El Bono del Tesoro Norteamericano a 10 años es considerado libre de riesgo, porque no se espera que Estados Unidos incumpla. Por esto mismo, el interés que paga es más bajo respecto al que pagan otros países en peor situación económica. Cuando menos solvente o inseguro es el emisor del bono, mayor tasa de interés deberá ofrecer pagar en su bono para seducir a que los ahorristas pongan plata en ese bono.
El bono de Estados Unidos, considerado libre de riesgo, funciona como una referencia para los demás mercados. Pero esto, por ahora, lo dejamos acá y lo ampliaremos más adelante.
Lo mismo ocurre para las empresas, ya que no nos dará lo mismo prestarle a una compañía como Coca-Cola que a una pequeña empresa desconocida. La empresa desconocida deberá ofrecernos un interés mucho más alto para que nos arriesguemos a prestarle nuestra plata en lugar de a Coca-Cola.
Cotización bajo y sobre la par
Como vimos, el bono representa un capital a cobrar. Supongamos de 1 peso cada uno. Como este bono se negocia en el mercado financiero, puede suceder (y de hecho sucede casi todo el tiempo) que el bono valga más o menos de 1 peso. Esto significa que el bono puede cotizar a la par, bajo la par o sobre la par.
Esto tiene su razón, si el bono representa $1 a cobrar dentro de (supongamos) un año, más un interés del 10% a cobrar al año, es decir $0,10 a cobrar. Un cobro total de $1,10, lo que equivale a $1 por capital y $0,10 por intereses a cobrar.
Ahora bien, si yo quiero vender el bono hoy, lo más probable es que quien lo compre quiera pagarlo menos de $1,10, ya que de lo contrario no ganaría nada.
- Cuando un bono cotiza por debajo de su valor teórico se encuentra bajo la par
- Si cotiza al mismo valor teórico está a la par
- Si cotiza por encima de su valor teórico se dice que cotiza sobre la par.
Una cotización sobre la par puede darse cuando se trata de un bono que muchos quieren y el exceso de demanda genera una puja por el precio que hace que se llegue a pagar más de lo que se debería pagar por el bono.
¿Qué es el riesgo país y cómo se relaciona con los bonos?
Así como el termómetro mide la fiebre, el indicador denominado comúnmente riesgo país mide, como indica su nombre, el riesgo de impago de un país. Cuanto más alto es este indicador, se dice que más riesgoso es el país, ya que tiene menor capacidad de poder financiarse.
En realidad, el nombre exacto del índice de riesgo país es EMBI (Índice de Bonos de Mercados Emergentes, por su sigla en inglés) y lo elabora el banco JP Morgan. Con este índice se puede armar una especie de ranking de riesgo país de cada país.
Veamos un ejemplo. Ya mencionamos que los Bonos de EEUU son considerados libres de riesgo y que son la referencia a nivel mundial. Bueno, supongamos que los bonos del Tesoro Norteamericano a 10 años pagan un interés de 2% anual. Este porcentaje equivale a 200 puntos de riesgo país. Digamos que los de la Argentina según el índice riesgo país tienen 1.600 puntos. En ese escenario, la Argentina debería pagar un interés anual de 18% para que le presten plata. El cálculo surge de 16% de sus 1600 puntos más 2% de los 200 que marca la referencia libre de riesgo de los Bonos de EEUU.
Según este índice, las personas no estarían dispuestos a prestarle a Argentina por menos de 18% de interés anual. Es por eso que cuando el riesgo país es alto aumentan las posibilidades de que un país no pueda pagar sus bonos, ya que le está costando conseguir plata o debe pagar mucho interés para obtenerla, algo que no es bueno porque aumentaría mucho la deuda y también se volvería difícil de pagar.
¿Qué lugar ocupa un bono en una cartera de inversiones?
Imaginemos que una cartera o porfolio de inversiones es tu dieta semanal. Para preservar la salud buscaremos que sea variada, que incluya los grupos de alimentos que más nos puedan beneficiar. Si comemos carne todo el día, seguramente nuestro ácido úrico se va a disparar. Si por el contrario, sólo comemos lechuga, vamos a tener que salir a buscar proteínas en algún lado. Así como hay una dieta alimenticia para cada uno, existe una cartera de inversiones adecuada para cada uno.
En el mundo de las inversiones es muy similar, la diversificación, la variedad es una gran aliada. Ayuda a morigerar el riesgo y también a darnos distintas posibilidades de ganancias porque no apostamos todas las fichas a un sólo número.
Los bonos, en líneas generales (independientemente del país) se ubican en la categoría de inversiones conservadoras, de menor peligro. Son esa porción de seguridad que todo portfolio de inversión necesita. Eso es desde la teoría. En la práctica no significa que paguen poco o sean aburridos. En los países de mayor riesgo, el interés es tremendamente seductor. Por eso debemos buscar el mejor punto entre riesgo y ganancia.
Podemos prestarle algo de plata a esa PyMe prácticamente desconocida en búsqueda de una jugosa ganancia. Pero sería conveniente que no sea toda la plata que poseemos, y que dejemos una buena parte para bonos de quienes tienen más posibilidad de cumplirnos, como podría ser Coca-Cola o el Gobierno de EEUU entre los ejemplos que mencionamos. De este modo evitaremos tener un alto riesgo de perder todo si no nos pueden pagar.
Con información de Ualá.