El presidente Donald Trump volvió a endurecer su política comercial contra China. La Casa Blanca confirmó este jueves que los aranceles sobre muchos productos chinos alcanzan ahora el 145%, una cifra más alta que el 125% que se había anunciado inicialmente. En algunos casos, incluso, ese porcentaje es aún mayor.
Escala la guerra comercial
El miércoles, Trump anunció una suba del 125% sobre las importaciones chinas, como respuesta a las represalias de Pekín luego del aumento anterior, que llevó la tasa al 104%. Al día siguiente, un decreto presidencial oficializó la medida. Sin embargo, la Casa Blanca aclaró que ese 125% corresponde solo a esta última tanda de decisiones. A esa cifra se le suman aranceles previos, como el 20% que Trump impuso anteriormente por sus acusaciones contra China por el papel que, según él, tuvo en la crisis del fentanilo.
En total, muchos productos provenientes de China están alcanzados por un arancel combinado del 145%. No obstante, esta nueva suba excluye ciertos rubros: cobre, productos farmacéuticos, semiconductores, artículos de madera, minerales críticos y productos energéticos.
Además, algunos bienes continúan pagando aranceles aún más altos. La Casa Blanca confirmó a Forbes que siguen vigentes otras tasas impuestas durante el primer mandato de Trump, que afectan sectores como electrónica, muebles, maquinaria y plásticos, con porcentajes que oscilan entre el 7,5% y el 25%.
El mercado reacciona con dientes de sierra
El miércoles, el mercado bursátil reaccionó con una suba histórica en las acciones, luego de que Trump anunciara una pausa en los aranceles más amplios sobre importaciones extranjeras. Pero el jueves, la tendencia se revirtió. Los mercados volvieron a caer y mostraron la incertidumbre generada por esta nueva etapa de la guerra comercial.
Cerca del mediodía, el índice Dow Jones perdió casi 1.500 puntos. Según CNBC, eso borró la mitad de las ganancias registradas el día anterior.
¿Habrá negociación entre Trump y Xi Jinping?
Ese mismo miércoles, China anunció un arancel del 84% sobre importaciones provenientes de Estados Unidos, en represalia por el aumento previo del 104% aplicado por Washington. Esa medida se adoptó antes del nuevo ajuste de Trump al 125%, más los aranceles ya existentes. Por ahora, no se sabe si Pekín contestará con una nueva suba.
Además de las medidas contra China, la administración Trump mantiene un arancel base del 10% sobre la mayoría de las importaciones extranjeras. Esa tasa quedó suspendida por 90 días para muchos países, mientras la Casa Blanca negocia con sus socios. Sin embargo, los aranceles a productos provenientes de Canadá y México siguen vigentes y alcanzan hasta el 25% en algunos casos. Esos dos países no están incluidos en la suspensión general del 10% anunciada el miércoles.
Hasta ahora, ni Estados Unidos ni China dieron señales de querer retroceder. La guerra comercial sigue en ascenso. De todas formas, Trump dijo el miércoles ante la prensa que espera sentarse a negociar con el presidente chino Xi Jinping. "Creo que el presidente Xi es muy inteligente, y que vamos a terminar haciendo un muy buen acuerdo para ambos países", dijo Trump. "En algún momento sonará el teléfono".
Desde el análisis internacional no comparten ese optimismo. Daniel Russel, vicepresidente de Seguridad Internacional y Diplomacia del Asia Society Policy Institute, dijo a Politico que Pekín parece tomar una postura más firme: "Beijing está decidido a mantenerse firme, absorber la presión y dejar que Trump se pase de la raya", afirmó Russel. "Creen que Trump ve las concesiones como una debilidad, por lo que ceder solo traería más presión".
Un eje central de la campaña de Trump
Los aranceles forman parte del discurso central de Trump en esta nueva campaña presidencial. El presidente defendió esta política repetidas veces, pese a las advertencias de economistas que sostienen que encarece los productos para los consumidores estadounidenses y perjudica a la economía.
Desde su primer mandato, Trump apuntó especialmente contra China. Reinició la guerra comercial tras asumir en enero y acusó al gigante asiático de no hacer lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. También insiste en que los aranceles pueden llevar a las empresas a relocalizar su producción dentro del país.
China, el mayor exportador de bienes del mundo, se mantiene como el segundo proveedor de productos importados por Estados Unidos, detrás de México. En 2024, el intercambio comercial entre ambos países alcanzó un valor estimado en US$ 582.000 millones.
Nota publicada en Forbes US.