Las acciones de Tesla cayeron más de un 6% en Wall Street luego de que la compañía de Elon Musk centrada en la fabricación y distribución de vehículos eléctricos reportara débiles cifras comerciales.
En 2024, Tesla vendió 1,79 millones de autos, menos que lo entregado en 2023. De esta manera, la empresa sufrió la primera caída de ventas en una década.
En el trimestre finalizado el 31 de diciembre, entregó 495.570 vehículos, cuando los analistas esperaban 512.277 unidades. Además, la empresa necesitaba vender 515.000 coches en el periodo para cumplir con su objetivo de conseguir un crecimiento "leve" en todo el año.
Los resultados sirvieron como un recordatorio de los desafíos reales que enfrentan los fabricantes de vehículos eléctricos, a pesar de que la publicidad en torno a los autos autónomos y la relación de Musk con el presidente electo Donald Trump impulsaron el valor de las acciones de Tesla en los últimos meses.
La débil demanda por parte de los consumidores está impactando las ventas de estos tipos de autos, un problema que podría agravarse debido a los intentos de Trump por reducir los incentivos para vehículos así.
De acuerdo a Dan Levy, analista en Barclays, los recientes datos de Tesla no ofrecieron "ningún cambio a la narrativa, pero refuerzan el desafío para el crecimiento de 2025 en los modelos existentes y la dependencia del aún desconocido Modelo 2.5".
De cara al futuro, el propio Musk declaró en una conferencia sobre los resultados financieros que prevé un crecimiento de entre el 20% y el 30% para este año, principalmente por el lanzamiento de un Tesla más económico que se presentaría durante el primer semestre.
