Una reciente investigación de mercado realizada por Ualá, en colaboración con la consultora Trendsity, arrojó luz sobre las percepciones y comportamientos de los argentinos en relación al crédito. Este estudio, que abarcó una muestra de más de 3.000 personas en América Latina, reveló que un 57% de los argentinos solicitó un préstamo en algún momento de sus vidas.
Las razones detrás de estas solicitudes son variadas y responden tanto a necesidades de inversión como a situaciones imprevistas. El análisis reveló que la motivación más frecuente entre los argentinos para pedir un crédito es la de comenzar o invertir en un emprendimiento, con un 47% de los encuestados citando este motivo.
Otra razón significativa para solicitar un préstamo es la compra de bienes durables, como un auto, una computadora o una vivienda, con un 39% de las respuestas. Por otro lado, un 25% de los argentinos recurrió al crédito para cubrir gastos inesperados, realizar mejoras en el hogar o afrontar mudanzas.
El pago de deudas se presenta como otra razón para solicitar un crédito, con un 22% de los encuestados que afirmó que es el principal motivo por el cual buscan financiamiento.
Prejuicios, temores y desconfianza
A pesar de que el crédito puede ser una herramienta valiosa para mejorar la situación económica de los individuos, la relación de los argentinos con esta opción financiera está marcada por tensiones y prejuicios. En un contexto económico caracterizado por la inestabilidad, el 22% de los encuestados evita recurrir a préstamos debido a las altas tasas de interés, mientras que un 17% lo hace por la incertidumbre económica del país y un 13% por el miedo al endeudamiento.
Estos temores están fuertemente influenciados por preconceptos y una desconfianza general hacia las instituciones financieras. De hecho, el estudio reveló que un 54% de los argentinos cree que solo una persona bancarizada puede acceder a un crédito, y el 46% indicó que, en caso de necesitar dinero, el préstamo sería su última alternativa. Es más, un 42% prefiere financiarse de manera informal, es decir, pedir dinero a un familiar o amigo antes que recurrir al banco.
Además, la percepción del acceso al crédito en el país es negativa: sólo 2 de cada 10 argentinos consideran que el acceso a esta herramienta financiera es bueno. Este dato refleja la desconfianza y los obstáculos que enfrentan las personas al considerar la opción de endeudarse formalmente.
Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, destacó que “la percepción de que el crédito es inaccesible o riesgoso pone en evidencia la necesidad urgente de una mayor educación financiera y de políticas que fomenten un acceso más equitativo y transparente”. A partir de los hallazgos del estudio, Mociulsky amplió que, en un contexto donde la inestabilidad económica es la norma, romper con estos preconceptos no solo es fundamental para los individuos, sino también para el crecimiento económico sostenido del país.
La dificultad de tomar decisiones financieras
Además de afectarla predisposición a solicitar un crédito, la incertidumbre y los prejuicios influyen en la capacidad de los argentinos para tomar decisiones informadas sobre si un préstamo les conviene o no. El estudio destacó que, para el 60%, tomar deuda en el país es un problema. Además, sólo 5 de cada 10 creen que podrían obtener un préstamo si lo solicitaran, mientras que el 14% considera que no lo lograría y un 33% no está seguro de si sería aprobado o no.
La edad y el historial crediticio también juegan un papel crucial en la evaluación de un crédito. Las personas mayores de 29 años, y que ya solicitaron un préstamo en el pasado, tienden a prestar mayor atención a las condiciones de pago, los montos y los plazos. En contraste, los más jóvenes y aquellos sin historial crediticio previo se enfocan más en los requisitos de elegibilidad al momento de evaluar la opción de tomar un préstamo.
Con esta realidad sobre la mes, es evidente que los argentinos enfrentan múltiples desafíos y dilemas al considerar el crédito como una solución financiera. Si bien existen motivaciones claras para su uso, como el emprendimiento y la adquisición de bienes durables, los prejuicios y la desconfianza hacia las instituciones financieras limitan su adopción.
Joaquín Dominguez, VP de Crédito de Ualá, señaló que en la compañía hacen énfasis en la educación financiera porque “la falta de conocimiento genera preconceptos en torno al crédito”. Según Dominguez, el miedo sólo levanta barreras a la hora de acceder a herramientas que pueden ser muy útiles en la vida cotidiana, como para concretar un proyecto personal, encarar estudios o iniciar un emprendimiento.
Además, subrayó: “Trabajamos para expandir el crédito a más personas”, ya que brindar la posibilidad de crear un historial crediticio contribuye al desarrollo económico del país y a la visión a futuro de las finanzas de cada persona.