Las oportunidades de la Economía del Conocimiento para superar los US$ 10.000 millones en exportaciones
Éste puede ser el año del despegue, por disponibilidad de talentos, madurez de la industria y perfil de las empresas. Pero advierten que se necesita recuperar competitividad para no perder la pulseada con competidores de la región.

Por actualidad y potencial desarrollo a corto y mediano plazo, la generación y provisión de servicios basados en el conocimiento ya es para la Argentina el quinto motor del crecimiento económico, con exportaciones crecientes y generación de empleo de calidad.

No es poco, en un olimpo privilegiado que integran la agroindustria con todo lo que eso significa para los granos (soja, maíz, trigo), la carne vacuna, el biodiésel y las economías regionales; Vaca Muerta y la explotación de gas y petróleo no convencional; energías renovables con mirada de largo plazo en el hidrógeno; y minería, especialmente vinculada a la transición energética (litio, cobre) y también oro y algo de plata.

Con un crecimiento de la actividad cercana al 5% y 10% en exportaciones, la industria del conocimiento generó el último año ventas externas por 7.831 millones de dólares, según datos de Argencon, la cámara que nuclea a las principales empresas del sector. Y pronto se espera alcanzar los US$ 10.000 millones.

Sólo para tener una medida de lo que representa el sector en materia de comercio exterior, es equivalente a dos años de exportaciones de carne vacuna, o todas las exportaciones de productos minerales, o las exportaciones anuales de maíz, el segundo cultivo de la Argentina, o apenas menos que las exportaciones de la industria automotriz.

Es una tendencia que arrancó hace casi una década pero que se está consolidando a partir de recursos humanos calificados, fuertes inversiones en el sector y la incorporación de nuevas tecnologías como Big Data, blockchain, computación cuántica, y por supuesto, también Inteligencia Artificial.

Tecnologías disruptivas

"Estas tecnologías están transformando industrias clave como la salud, la educación, la agroindustria y las finanzas, abriendo oportunidades sin precedentes para empresas argentinas", señaló Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon, la cámara que reúne a las empresas prestadoras de servicios de todas las ramas de la economía del conocimiento, ante la consulta de Forbes Argentina.

Galeazzi considera que la Economía del Conocimiento "tiene todos los ingredientes para consolidarse como un motor exportador clave para Argentina en 2025". La fórmula es sencilla y se basa en tres factores, según el ejecutivo.

En primer lugar, el talento competitivo de Argentina, reconocido a nivel mundial en áreas como tecnología, ingeniería y creatividad. En segundo lugar, una demanda global en aumento, "impulsada por la transformación digital que necesita soluciones en inteligencia artificial, desarrollo de software y ciberseguridad", asegura Galeazzi. Por último, un marco regulatorio favorable, "basado en la Ley de Economía del Conocimiento y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que ofrecen incentivos fiscales y facilitan la inversión", explicó.

Gran parte del movimiento de la industria del conocimiento se explica por el sector de software, en algún sentido fue el mascarón de proa con el que empezó toda esta movida.

Desde CESSI, la cámara sectorial, aseguran que el año 2024 terminó con crecimiento y aunque aún no están los datos anuales consolidados, una medida del dinamismo surge del mercado de trabajo. "A mediados de 2024 teníamos un crecimiento interanual de unos 6.100 nuevos puestos de trabajo, llegando a más de 156.000 recursos trabajando en la industria del software", señala Diego Berardo, vicepresidente de CESSI y CEO de Easycommerce.

Las expectativas para este año son buenas. "En 2025 esperamos seguir en esa senda, con tasas de base de entre 3 y 5% de crecimiento de empleo en la industria del software, pudiendo crecer más en la medida que tengamos los recursos y talentos necesarios y que la estructura competitiva de costos nos acompañe, para poder seguir compitiendo de manera regional y global", dijo.

Ahogo impositivo

Justamente, éste es un punto clave de la agenda sectorial. Desde todas las ramas de la actividad demandan una macro estable, incentivos para el desarrollo del sector y una menor carga impositiva.

Javier Serafini, CEO de CAT Technologies, asegura que la elevada presión tributaria que rige en el país "afecta severamente la competitividad de las compañías que ofrecen Servicios Basados en el Conocimiento (SBC) y particularmente los servicios de BPO" (Business Process Outsourcing), donde el componente salarial alcanza al 70% del costo total del servicio.

Además, Serafini menciona la inestabilidad cambiaria, con épocas sucesivas de tipo de cambio alto o atrasado, que impactan en la previsibilidad que requieren contratos de largo plazo como los que rigen en esta actividad.

"Los países competidores presentan estructuras impositivas más bajas y condiciones de tipo de cambio mucho más estables, lo que les permite atraer inversiones y posicionarse mejor en el mercado global de contact centers y servicios offshore", remarca el empresario.

Un punto clave es la contratación de talentos para servicios de BPO en modalidad offshore y nearshore, donde Argentina compite principalmente con mercados como Paraguay, Perú, Colombia, Costa Rica y República Dominicana. Con costos más competitivos, estos países después "pueden ofrecer servicios por debajo de los 10 dólares la hora, mientras que en Argentina los costos no bajan de los 14 o 15 dólares", explica Serafini.

Para Luis Galeazzi de Argencon la Economía del Conocimiento no tiene techo, siendo la Argentina un actor estratégico en la región. No obstante, "el verdadero desafío será superar barreras como los costos y la carga regulatoria para recuperar el terreno perdido y aumentar la participación en el mercado global, actualmente del 0,23%".

En ese sentido, rescata algunas acciones específicas que se tomaron en los últimos meses como la implementación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que busca fomentar inversiones en tecnologías disruptivas, y en lanzamiento del Plan Nacional de IA que anunció el gobierno en noviembre y que "abre expectativas muy positivas para el 2025", se entusiasma Galeazzi.

Para Diego Berardo, las nuevas tecnologías hoy abren nuevas oportunidades de negocios. Es el caso de la Inteligencia Artificial considerada "un acelerador" para crecer en la región.

"Así como en su momento aprovechamos oportunidades como Internet, el e-commerce, las Fintech, el Gaming, el Blockchain, en este caso, con la IA no solo se generan nuevos negocios y oportunidades, sino también hacia adentro de nuestra industria una posibilidad de reinvención que nos pueda permitir dar un salto grande en productividad y competitividad de todo el negocio", evaluó Berardi.