El Gobierno dictó una resolución de desregula el mercado eléctrico, pero genera un gran interrogante sobre cómo se concretará su ejecución. Desde Cammesa y diversas empresas del sector indicaron a Forbes que el escenario actual sigue siendo muy frágil como para pasarle de prepo todas las funciones de la mayorista estatal al sector privado.
En particular, la gran duda pasa por el hecho de que el sistema sigue necesitando de fondos públicos para cubrir la diferencia entre el precio pagado por la demanda y el costo de abastecimiento. Es decir, los subsidios.
Hasta ahora, Cammesa apelaba al denominado Fondo Unificado para cancelar estas obligaciones, algo que ya no podrá realizar luego de esta medida. Hay que tener presente que 45% de la demanda es atendida con energía proveniente de contratos PPA. En el caso de que los ingresos no alcancen, Cammesa no podrá cubrir el costo de los mismos, explica un experto de la industria a Forbes, en un tema que despierta temor entre las firmas que poseen este tipo de contratos que se idearon con el respaldo de que Cammesa sea el garante de última instancia. De lo contrario, no se hubiesen podido construir todos los parques renovables y centrales termoeléctricas de los últimos 20 años.
Algo similar sucede con la importación de energía y con la compra de combustibles, donde su pago se concreta mucho antes de que se los consuma. En consecuencia, se genera un bache financiero que genera un costo extra hoy cubierto por el Estado.
En las pésimas situaciones económicas y financieras actuales, es muy complicado que un generador pueda comprar su propio combustible y financiar esa compra a 2 o 3 meses, que es el plazo en que pagaría la demanda o los subsidios. Más aun cuando el generador no sabe qué precios de combustible se les reconocerá, qué precios spot se sancionarán, y cómo podría importar los combustibles líquidos, dice el ingeniero Roberto Fagán, Director de Energía Eléctrica y Renovables de la consultora Aleph Energy.
En este sentido, desde la mayorista controlada por el Estado alertan que podría haber un serio problema en caso de necesitarse más combustible importado para este invierno si se prolongan las olas de frío.
De consumirse el combustible en stock con que contamos actualmente, no vamos a poder realizar ninguna compra de gasoil, ya que los tiempos y modalidades de pago de este combustible no tienen nada que ver con los plazos establecidos en el MEM. Cuando comprás gasoil, tenés que abonarlo, con suerte, unos 3 días antes de que te lo entreguen. Esto es mucho antes de que se consuma y produzca energía. Entonces, si bien en la Transacción Económica (TE) donde se monetiza la energía producida con ese combustible aparece el costo del mismo, ocurre que el pago de dicha energía se concreta a los 40 días del mes en que se generó dicha energía con ese gasoil. Entonces, tenés una diferencia de tiempos que puede ser de unos 60 días con muchísima suerte y no contas con recursos monetarios con los que enfrentar el pago en adelanto del combustible, advierten ante la consulta de Forbes.
Es por eso que en Aleph Energy creen que no están dadas las condiciones para que los agentes del mercado actúen rápidamente y, por lo tanto, la responsabilidad podría terminar recayendo en Enarsa, otra empresa pública, hasta que el mercado funcione normalmente.
Esto sucede al mismo tiempo que la propia Cammesa en su anterior directorio informase que, para el próximo verano, harían falta unos 2500 MW adicionales, en un escenario de calor extendido, sin importación de Brasil. Agravado lo anterior porque en su análisis reconocen que en 2025 se retirarían de la oferta casi 500 MW de Centrales Nuevo Puerto y Puerto Nuevo, y unos 1150 MW de Central Costanera, que tornaría riesgoso el abastecimiento del AMBA, dicen desde la consultora dirigida por Daniel Dreizzen.
Con una mirada más optimista, Juan Bosch, CEO de Saesa, opina que la resolución es un paso más para regresar a los principios y normas de funcionamiento de libre mercado, transparencia, competencia y no intromisión del Estado en operaciones, acuerdos y transacciones que deben llevarse entre privados.
Todo esto se hizo y funcionó muy bien durante muchos años. Hoy el mundo permite que hasta cada hogar pueda elegir a quién comprarle la energía. Tiene interrogantes y desafíos, pero es mejor empezara recorrer este camino y no quedarse en aceptar no tener un mercado eléctrico normal. Porque el camino sea difícil, no significa que conviene seguir barriendo debajo de la alfombra. Es de Perogrullo que es más eficiente que lo resuelva el mercado, afirmó en diálogo con este medio.