La disciplina es una virtud que no todos logran dominar, y en finanzas es indispensable hacerlo. Al invertir, no solo basta con conocer los diferentes instrumentos financieros y sus posibles retornos y riesgos, sino que también hay que seguir una serie de simples reglas que ayudarán a ser estrictos al momento de operar, lo que ayudará a ganar dinero en el largo plazo.
Armar una estrategia
Antes de comprar o vender un activo, es necesario tener establecida una estrategia de inversión. En ella volcaremos qué activos comprar o vender, dependiendo de la tendencia del mercado, en qué cantidad hacerlo, a qué precio hacerlo y con qué objetivos, entre otras preguntas que hay que analizar.
La estrategia debe ser como la hoja de ruta de un viajero, tiene que contener información valiosa que ayude a atravesar los caminos y a llegar al destino. Sin estrategia, la inversión va a estar más relacionada con el mero azar, lo que no sería rentable en el largo plazo.
Gestionar el riesgo
Más importante aún es gestionar el riesgo. Esta cualidad no hace referencia al activo que se compra, sino a cuánto dinero se deposita en él. Por ejemplo, The Coca-Cola Company es una de las acciones más estables y sólidas de la actualidad, sin embargo, si vendemos todos nuestros bienes y tomamos deuda para colocar todo el capital en este activo, la estrategia sería extremadamente riesgosa y sumamente peligrosa.
La distribución ideal no existe, ya que depende del perfil del inversor, sus objetivos y su horizonte temporal, sin embargo, la norma general es no invertir en un activo riesgoso una cantidad de dinero que no estaríamos dispuestos a perder.
Cortar las pérdidas
Otro de los puntos más importantes para invertir con éxito en la bolsa es cortar las pérdidas, lo que significa vender las posiciones perdedoras según la estrategia que hayamos armado. Si nuestro límite de pérdida es de, por ejemplo, un 10%, tendremos que vender en cuanto los precios alcancen tal baja (o suba).
La decisión costará debido a que siempre estará el pensamiento que dicta que el precio ya se recuperará, sin embargo, si no se recupera, la pérdida puede ser destructiva para el patrimonio.
Tener como objetivo ganar dinero
Las inversiones son para ganar dinero. Mezclar ideologías o sentimientos es un grave error. Cuando compramos o vendemos un activo siguiendo una estrategia y determinando los objetivos, no hay que enamorarse de la compañía, de quien la recomendó o del entorno. Lo importante es no perder de vista la meta principal, la cual es, nuevamente, ganar dinero.
Saber cuándo no hay que operar
En muchas ocasiones, los inversores principiantes (y no tan principiantes) suelen comprar cualquier activo sin planificación como si el dinero quemara. En países con alta inflación como Argentina, mantener el capital líquido en moneda local puede ser muy riesgoso, pero no por ello hay que invertir irracionalmente.
Aunque resulte complejo, lo ideal es ya planificar las estrategias antes de recibir el dinero. De esta forma, no tomaremos decisiones apresuradas que puedan atentar contra el patrimonio.