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Las cinco variables que están golpeando a las estaciones de servicio

Fernando Heredia

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Al contexto de caída de ventas, se le suma un incremento de los costos y una migración del consumo que está perjudicando a las operadoras más chicas.

29 Marzo de 2024 15.15

La lógica indicaría que, con el fuerte aumento que tuvieron los combustibles, las estaciones de servicio serían uno de los sectores más beneficiados de este momento. Sin embargo, hay 5 factores que están afectando la rentabilidad de este rubro.

El más importante, sin dudas, es la caída de ventas. Al tener un margen chico, el negocio de los estacioneros pasa más por el manejo de un gran volumen que por un alto precio. Y, entre diciembre y febrero, la demanda se desplomó un 16% en relación al mismo periodo del 2023.

A su vez, el desagregado de las ventas muestra que la mayor caída se dio en el segmento premium con una baja del 23%. Esto perjudica especialmente a los estacioneros porque, de acuerdo a los contratos con las petroleras, reciben un 9% del precio del litro vendido en super y un 10,27% en las premium.

La búsqueda por el menor precio posible también generó, además de una migración del consumo de premium a super y de las estaciones privadas a YPF, un viraje al segmento mayorista por parte de flotas de camiones y el sector agropecuario.

Se trata de una vuelta a la normalidad del mercado, pero en un contexto de contracción también se vuelve un tema sensible. Durante 2023, durante el congelamiento de precios por la campaña electoral, se dio el absurdo de tener precios minoristas menores a los mayoristas. Eso les dio especialmente a muchas estaciones del interior, un mercado adicional que antes no tenían.

Otro de los incrementos artificiales de la demanda fue el consumo de frontera. Con un precio mucho menor al de los países vecinos, las estaciones ubicadas en ciudades limítrofes tuvieron un boom de ventas que ahora llegó a su fin. Hay casos como el de la ciudad de Clorinda, vecina a Paraguay, donde la demanda se derrumbó un 55%. Por su parte, en Puerto Iguazú y en Posadas la caída fue del 37%.

Solamente este panorama de menores ventas implicaría un peso mucho mayor de los costos fijos de las estaciones. El problema es que, en paralelo, los gastos se están incrementando. Lo que más subió es el pago de la luz que, con un alza del 170%, ya representa un egreso de 5 millones de pesos por mes en promedio por cada estación de servicio. En segundo lugar, se ubica el pago de sueldos que está atado al Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Este contexto provocó un retroceso del margen de rentabilidad promedio al 4,5% y, según los estacioneros, las firmas más chicas que venden menos de 250.000 litros por mes y representan el 45% del total de las estaciones, están con problemas graves.

Un paliativo que podría ayudar parcialmente a moderar la caída de ventas es la anulación de las tasas municipales, un impuesto inconstitucional que aplican diversos distritos. El fenómeno empezó en el conurbano bonaerense y se extendió por todo el país con tasas que llegan a representar hasta el 4,5% del precio del surtidor.

Las cámaras sectoriales tienen pensado acudir a la Justicia y consideran que el contexto actual es el ideal para conseguir un fallo que solucione este problema de raíz. El argumento en el que se basan es que el Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono ya se coparticipa con provincias y municipios. 

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