El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer su informe Mercado de trabajo: tasas e indicadores socioeconómicos, en el cual se expuso una mejora en el tercer trimestre del año que no logró convencer a los economistas.
En primer lugar, la tasa de actividad (TA), que mide la población económicamente activa (PEA) sobre el total de la población, alcanzó el 48,3% al cierre de septiembre. En tanto, la tasa de empleo (TE), la cual mide la proporción de personas ocupadas con relación al total, cerró en el 45%, frente al 44,8% del segundo trimestre, el 44,2% del primer trimestre y el 45,8% del tercer trimestre de 2023.
A su vez, la tasa de desocupación (TD), compuesta por personas que no tienen ocupación, pero están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente, llegó al 6,9% como proporción de la PEA.
Según el INDEC, la tasa de subocupación resultó del 11,4% de la PEA, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,9% de la PEA. En consecuencia, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupado demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 30,2% de la PEA.
"Los datos reflejan un mercado laboral con desafíos estructurales, donde las mejoras trimestrales, que muestran que lo peor de la crisis pasó en el segundo trimestre, no logran contrarrestar los deterioros observados en la comparación anual", comentó Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).
"Aunque se observan avances en la desocupación, el aumento en la búsqueda activa de empleo y la caída en sectores clave advierten sobre la necesidad de políticas más robustas para estimular la creación de empleo de calidad y mejorar las condiciones laborales. La apertura de importaciones, el estancamiento del consumo y el ajuste en la obra pública no permiten ser optimistas de cara al futuro", agregó el especialista.
De acuerdo al reporte, dentro del 45% de ocupados, se destacó que el 73,1% corresponde a asalariados, el 23,3% trabaja por cuenta propia, el 3,3% son patrones y apenas el 0,3% son trabajadores familiares sin remuneración. Asimismo, entre los asalariados ocupados, el 5,3% utilizaron sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo. Al mismo tiempo, del total de ocupados, el 8,6% trabajó desde la vivienda.
Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, explicó que, pese a haber una recesión bastante profunda, el desempleo está aumentando menos que en otras épocas porque buena parte de los trabajadores que pierden su puesto, tanto en el sector público como en el privado, se convierte en cuentapropista. Pero esto no elimina la precarización laboral y los bajos sueldos.
Desafortunadamente, todavía queda un largo recorrido por delante para que la situación laboral se acomode y haya muchos millones menos de personas sin empleo o con trabajos precarios.
"Las medidas que está tomando el Gobierno en general tienden a una estabilización macroeconómica, que es un aterrizaje forzoso en muchos sentidos para el nivel de actividad. No es una normalización, una estabilización que lleva a mejores niveles de actividad. Genera en todo caso un contexto más propicio para que luego pueda haber algo que genere más y mejor empleo. Pero, hoy por hoy, el Gobierno no tiene ninguna política para generar más y mejor empleo", mencionó el economista.
"De hecho, el nivel de actividad está caído y tiene muy poco que lo pueda recuperar sustancialmente. Vamos a ver rebotes, vamos a ver alguna política suelta. Pero si lo miramos, el Gobierno solamente tuvo dos políticas productivas propuestas este año, y ninguna de las dos tuvo todavía ningún efecto concreto", añadió Kalos, haciendo referencia al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) principal y al vinculado a las pymes.
Por otro lado, el experto indicó que la apertura de importaciones tampoco favorecería al mercado laboral por haber creado una "competencia desleal donde la cancha está inclinada a favor de la producción en el extranjero y en contra de la producción en Argentina".
"En este contexto, salvo un horizonte lejano que venga de la mano de una estabilización macro que permita después tener políticas de desarrollo, Argentina no tiene hoy un sendero claro hacia una creación masiva de empleo de calidad", finalizó.