El mercado minero se vio sacudido por la intención de la empresa Río Tinto de quedarse con los activos de Arcadium, la principal productora de litio en la Argentina y una de las más grandes del mundo.
Luego de la noticia, las acciones de la empresa que nació de la fusión entre la estadounidense Livent y la australiana Allkem saltaron un 45% a lo largo de este fin de semana.
Al igual que el resto de las compañías de litio, el desempeño bursátil de la firma durante los últimos meses fue muy negativo debido a la caída de los precios internacionales. No obstante, el hecho de que Arcadium tenga un promedio de contractualización de su producto mayor a la media (en vez de vender en spot) le permitió mayores ingresos y la transformó en una de las compañías más resilientes en esta crisis.
"El contacto no es vinculante y no hay certeza de que se acuerde o se lleve a cabo ninguna transacción. Arcadium Lithium no hará más comentarios a menos que haya novedades para compartir. La empresa sigue centrada en ejecutar su visión estratégica y su camino hacia un crecimiento significativo, como se establece en su reciente presentación del Día del Inversor en septiembre de 2024", manifestaron en un comunicado oficial.
Del lado de la firma anglo-australiana, publicaron un statement muy similar donde confirman la oferta para una "posible adquisición" y reiteran la condición de "no vinculante" de este sondeo.
Hasta el momento, Arcadium lleva adelante los proyectos Fénix y Olaroz y tiene previstas una serie de ampliaciones para llegar a unas 100.000 toneladas de carbonato de litio equivalente hacia el final de la década.
Por su parte, Río Tinto anunció la semana pasada que analiza invertir 2.000 millones de dólares en el marco del RIGI para construir una planta de carbonato en la provincia de Salta con el objetivo de producir 50.000 toneladas al año.