La variante Ómicron no solo hizo estragos en Wall Street y ejerció presión en el mercado criptográfico, también abrió un nuevo escenario de oportunidades. Es que, a raíz de la nueva cepa, comenzó la carrera para ver qué farmacéutica es la primera en dar con una vacuna que genera inmunidad ante la variante sudafricana.
En este marco, las acciones de los fabricantes de vacunas de COVID-19 se dispararon. Las acciones de Moderna, BioNTech y Pfizer, que fabrican algunas de las vacunas contra el coronavirus más utilizadas en el mundo occidental, subieron 27,8%, 21,9% y 5,6%, respectivamente, el último viernes por la mañana.
Los fabricantes de vacunas con productos sometidos a pruebas o revisión también obtuvieron buenos resultados, con las acciones de Novavax subiendo un 10,4%, Inovio Pharmaceuticals un 5,3% y Vaxart un 4,1%.
Con la llegada de Ómicron a EE.UU. todo se recrudece aún más. La pregunta indicada, para la que todavía no hay una respuesta certera, es cuál será la farmacéutica que dará el gran golpe. Si bien es muy prematuro hacer un pronóstico, hay una que ya empieza a sacar ventaja sobre el resto.
Se trata de Moderna, que podría tener una vacuna de refuerzo contra Ómicron probada y lista para solicitar autorización en Estados Unidos en marzo, dijo el presidente de la compañía el miércoles.
El presidente de Moderna, Stephen Hoge, afirmó que cree que las vacunas de refuerzo que llevan genes dirigidos específicamente a las mutaciones de la variante ómicron recientemente descubierta y la forma más rápida de abordar cualquier reducción prevista en la eficacia de la vacuna.
“Ya hemos iniciado ese programa”, dijo a Reuters.
La empresa también está trabajando en una vacuna multivalente que incluiría hasta cuatro variantes del coronavirus, incluido Ómicron. Eso podría llevar varios meses más, dijo. Si esto efectivamente sucediera en marzo, las acciones de la empresa tendrán un gran repunte y harán ganar dinero a más de un inversor atento.
Estados Unidos identificó su primer caso de Covid-19 causado por la variante ómicron en California, según informaron el miércoles los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Ómicron, denominada “variante de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud, se está estudiando para ver si es más contagiosa o causa una enfermedad más grave que otras variantes, y si puede eludir la protección de las vacunas actuales.
Teniendo en cuenta las orientaciones previas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, que ha exigido la realización de pruebas clínicas en la fase intermedia, Hoge dijo que el proceso podría durar tres o cuatro meses.
“Los refuerzos específicos de ómicron, siendo realistas, no se producirán antes de marzo y tal vez más en el segundo trimestre“, afirmó Hoge, a menos que la FDA cambie sus orientaciones sobre los datos necesarios para la autorización.
Rusia se quiere sumar a la carrera
A días de que Sudáfrica diera a conocer el descubrimiento de la variante Ómicron, que ya fue detectada en viajeros provenientes del continente africano en países como Dinamarca, Australia y Canadá, autoridades del Instituto Gamaleya, responsable de las vacunas contra el COVID-19 Sputnik V y Sputnik Light, dio a conocer que la entidad con sede en Moscú se encuentra trabajando en el desarrollo de un inoculante adaptado a esta mutación, a pesar de que cree ambos formulaciones ya aprobadas en más de 70 países son capaces de neutralizar la nueva variante.
El coronavirus, declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020, se cobró la vida a nivel global de 5,2 millones de personas y ocasionó más de 261,6 millones de contagios, de acuerdo a Johns Hopkins University & Medicine Coronavirus Resource Center.
Según dieron a conocer desde el laboratorio ruso, "las vacunas rusas Sputnik V y Sputnik Light demostraron ser altamente efectivas contra todas las variantes de SARC-Cov-2 conocidas hasta la fecha. Esto ha sido demostrado por un artículo publicado en la revista médica Vaccines y datos del mundo real de numerosos países".
En este sentido, Gamaleya compartió los resultados de un estudio reciente realizado en Hungría, que demostró que la vacuna Sputnik V tenía la mayor eficacia (98%) en la prevención de la mortalidad relacionada con COVID-19 y un 85,7% de eficacia contra la infección por coronavirus entre cinco vacunas (Sputnik V, Moderna, Pfizer, AstraZeneca y Sinopharm) utilizadas en el país entre enero y junio de 2021.
Según estos datos, la proporción de muertes por coronavirus en la población no vacunada fue 130 veces mayor que entre las vacunadas con Sputnik V en el mismo período. El estudio se realizó sobre una muestra de 3,7 millones de personas.