La cotización de las acciones de Credit Suisse se interrumpió el miércoles, cuando cayeron hasta un 21%, sumando casi una semana de pérdidas consecutivas y alcanzando un nuevo mínimo histórico, mientras el banco suizo lucha por superar una serie de polémicas un día después de reconocer "deficiencias materiales" en sus informes financieros.
El desplome de las acciones marcó un nuevo mínimo histórico para el banco. La caída se produce un día después de que Credit Suisse reconociera "debilidades materiales" en sus procesos de elaboración de informes financieros, que podrían dar lugar a "inexactitudes" en los documentos, y de que sus clientes retiraran miles de millones del banco.
El día después de la sangría
Su presidente, Axel Lehmann, afirmó el miércoles que el banco cuenta con un "balance muy sólido" y que está "con todas las manos en la mesa" para hacer frente a cualquier problema. Lehmann descartó la idea de cualquier ayuda gubernamental para el banco y dijo que "no es el tema en absoluto".
El principal accionista del banco, el Saudi National Bank, descartó inyectar más fondos en el banco suizo, según Bloomberg.
Ammar Al Khudairy, presidente del banco saudí, dijo que "en absoluto" invertiría más dinero en la atribulada institución, entre otras cosas por razones "reglamentarias y estatutarias".
La caída del miércoles sitúa a Credit Suisse en su séptimo día consecutivo de pérdidas.
El informe de Credit Suisse
En su informe anual de 2022, publicado el martes, Credit Suisse reveló elevadas salidas de efectivo y señaló que había detectado deficiencias en sus documentos financieros. Además, suprimió las bonificaciones anuales para los altos ejecutivos y dijo que la dirección estaba trabajando para reforzar sus marcos de riesgo y control. Los inversores respondieron mal y las acciones cayeron por sexto día consecutivo.
Los malos resultados del banco en 2022 se produjeron tras años de polémicas, como sus vínculos con la empresa de inversiones Archegos y la firma de financiación de la cadena de suministro Greensill Capital -que se hundió y costó miles de millones al banco-, las revelaciones de que numerosos clientes estaban implicados en casos de corrupción, tortura, tráfico de personas y otros delitos graves, y un escándalo de espionaje.
El banco puso en marcha numerosos esfuerzos para transformar el negocio, incluidos múltiples cambios de altos directivos.
Credit Suisse encabezó el miércoles una caída más amplia de los valores bancarios en Europa. Las acciones de BNP Paribas y Société Générale cayeron más de un 10% en París, las de Santander más de un 7% en Madrid y las de Deutsche Bank un 8% en Fráncfort. La caída se produce en un contexto de mayor preocupación financiera tras la quiebra de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank y Signature.
*Con información de Forbes US.