Las acciones chinas se despertaron y se dispararon violentamente. Puntualmente, el índice CSI 300 saltó un 25% en las últimas cinco ruedas hasta el nivel más alto desde agosto de 2023. En tanto, el índice Hang Seng creció un 18% en el mes hasta valores no vistos desde febrero del año pasado. En comparación, el S&P 500 se mantuvo prácticamente neutro en el periodo.

La tendencia alcista se aceleró tras la relajación de las normas para compradores de viviendas en tres de las principales ciudades de China, junto con las acciones del banco central para bajar las tasas hipotecarias y así impulsar la economía que en los últimos años no creció tanto como se esperaba.

Estas medidas formaban parte de un extenso paquete de estímulo anunciado el martes, que también abarca recortes en las tasas de interés, inyecciones de liquidez para los bancos y apoyo para el mercado de acciones.

De acuerdo a Shao Qifeng, director de Inversiones en Ying An Asset Management, las consultas de clientes en sus grupos de WeChat para comprar acciones chinas no paran de crecer. "Creo que esto significa que estamos en la segunda fase de un mercado alcista, cuando las acciones están recibiendo una amplia atención", indicó.

En este contexto, los inversores chinos tienen "miedo a quedarse fuera", tal como demuestran los datos de las casas de bolsa, consideradas un barómetro del sentimiento del mercado, que lideraron las ganancias este lunes. "Este es un día épico en la historia del mercado chino", señaló Hao Hong, economista jefe en Grow Investment Group. 

De todas formas, algunos expertos del sector recomiendan ser cautelosos, ya que en otras ocasiones también hubo fuertes repuntes que no duraron. "Todavía es demasiado pronto para decir si esta 'fiebre de la Semana Dorada' florecerá en una verdadera fiebre del oro o se desvanecerá en otro espejismo", mencionó Hebe Chen, analista en IG Markets.