Previo al rebote de ayer, las acciones argentinas cayeron durante varias jornadas, tal como se reflejó en el índice Merval, que retrocedió más de un 20% en dólares desde el máximo histórico de principios de año hasta los actuales 1.952 puntos.
El escándalo vinculado al proyecto Libra promocionado por el presidente Javier Milei contribuye a revertir esta tendencia, aun cuando el daño parezca controlado. Sin embargo, de cara al mediano plazo, los inversores argentinos no deberían preocuparse.
"Tras la caída de las últimas semanas, el mercado sigue de cerca las señales del contexto económico y político para definir su rumbo en el mediano plazo. Si bien el impulso de los últimos meses parece haberse moderado, aún hay margen para nuevas subas, aunque ahora más ligadas al ciclo de inversión. En este escenario, seguimos viendo oportunidades en el sector energético, con Pampa y TGS como principales opciones, mientras que IRSA aporta diversificación dentro de historias con potencial de crecimiento", comentó Isabel Botta, product manager en Balanz Capital.
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"Con la temporada de balances en Argentina acercándose, los inversores analizarán los resultados corporativos con especial atención en la evolución de la actividad y los márgenes en un contexto de menor inflación. Además, noticias positivas sobre el acuerdo con el FMI y una configuración electoral favorable podrían ser claves para que las acciones retomen la tendencia alcista", añadió la ejecutiva.
Por otra parte, de momento, el Gobierno sigue anunciando buenas noticias en materia económica. De hecho, esta semana, el ministro de Economía Luis Caputo reveló que enero cerró con un superávit primario de $2,43 billones y uno financiero de casi $600.000 millones, que representaron un 0,3% y 0,1% del producto bruto interno (PBI), respectivamente. En 2024, el sector público nacional logró un superávit primario de $10,41 billones (1,8% del PBI) y uno financiero de $1,76 billones (0,3%), y sin incumplir los pagos de deuda.
"Si bien se esperaba que hubiera superávit primario en enero (sólo en 2020, 2022 y 2023 hubo déficit desde 2016), debido a que la estacionalidad del gasto y los ingresos juegan a favor, es destacable su magnitud. Fue el segundo más alto para un enero desde 2016, al ubicarse sólo por detrás del resultado de 2024 ($3,71 billones en pesos de hoy), que estuvo favorecido por la fuerte erosión real de jubilaciones y salarios públicos y la postergación de pagos a CAMMESA. Teniendo en cuenta las diferentes metodologías, fue el mayor desde 1999 ($2,50 billones)", detallaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Además, la semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el índice de precios al consumidor (IPC) avanzó un 2,2% en enero de forma mensual y un 84,5% de manera interanual. En comparación, en el mismo periodo de 2024, las cifras fueron de 20,6% y 254,2%, respectivamente. Debido al sendero bajista, los analistas encuestados por el Banco Central pronostican que el 2025 cerrará con una inflación de entre el 21% y el 23%, cuando el 2024 concluyó con un crecimiento de precios del 117,8%.
Por estos motivos, el analista técnico de mercados financieros Rubén Ullúa afirmó que la baja del Merval de las últimas semanas no es más que parte de un proceso correctivo, que se detendría en la zona de los 1.700/1.800 puntos.
"Si yo me tengo que inclinar hacia un escenario, considero que mientras aguante los 1.700/1.800, podemos estar viendo un piso en estos niveles. Y mi proyección hacia adelante es de 3.000/3.300. Una vez que el mercado confirme la renovación alcista, eso es lo que yo espero que vaya a buscar en los próximos meses", sostuvo el experto.