La Unión Industrial Argentina (UIA) señaló que en la previa de las PASO ya se sentía un empeoramiento en las condiciones para producir: problemas de acceso a divisas para pagar insumos, suba de costos para importar, una demanda afectada por la inflación y para algunos el exceso de pesos que pierden poder adquisitivo con el correr de los meses. Pero también aseguraron que la devaluación sumó mayor incertidumbre a ese panorama y las empresas industriales mantienen cierta expectativa de alivio de cara a 2024, de la mano del próximo Gobierno.
La casa fabril publicó este miércoles su habitual encuesta trimestral, con datos recolectados entre 500 firmas asociadas durante la primera quincena de agosto. El informe en el que presentaron los resultados indicó que el panorama de la industria se mantiene con dificultades.
“Se agudizaron las tensiones registradas en la producción y las ventas, así como las referidas al entorno macroeconómico”, consignó el documento elaborado por el Centro de Estudios de la entidad que preside Daniel Funes de Rioja. De hecho, en la mayoría de las variables relevadas continúan predominando las empresas con menor desempeño que las que tuvieron subas.
Por caso, durante julio volvieron a predominar las compañías con caída de la producción por sobre aquellas con subas por cuarto trimestre consecutivo. Los mejores desempeños estuvieron vinculados a la producción automotriz y metales comunes, que traicionaron la actividad sectorial durante el primer semestre.
“El relevamiento identificó que el 36% de las empresas encuestadas registraron una caída en la producción, mientras que sólo el 21% de ellas indicaron un incremento durante dicho período. La situación es inversa a la del mismo período del año pasado, donde un 23% de empresas había reducido la producción y un 32% la había incrementado”, comentó la UIA.
En cuanto a las ventas en el mercado interno, estas tuvieron una tendencia similar: firmas con caídas que llegaron al 45% de los consultados respecto al 21 que señaló una mejora. En el caso de las exportaciones, un 37% registraron caídas en sus ventas externas frente a sólo un 13% con subas.
En contraste, el empleo fue el único indicador favorable. En esta oportunidad se observó que las plantas con subas en el empleo (15%) superaron a aquellas con caída (14%). Más allá de este dato, el empleo es un indicador más estable donde predominan ampliamente las firmas con estabilidad en el empleo (70%) por sobre aquellas con variaciones.
¿Qué esperan los empresarios?
En ese contexto, las empresas consideraron que la situación económica está peor que hace un año. Casi el 50% de los consultados tiene una percepción negativa sobre la situación de su empresa, el 64% respecto a su sector de actividad y el 92% aseguró que la situación del país empeoró.
La casa fabril señaló que hay una mejora en las perspectivas para el próximo año, ya que son más las compañías con percepciones positivas por sobre aquellas con negativas. “La mejora se ve tanto en la situación del país como en la situación de las empresas y los sectores de actividad”, afirmaron.
Por otro lado, la UIA destacó las mayores dificultades que aparecieron en la previa de las PASO del 13 de agosto respecto al impacto del impuesto PAIS sobre los precios de insumos y bienes finales, así como un endurecimiento del cepo. El 71% de las empresas reportaron inconvenientes en la aprobación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), contra el 58% que había arrojado el relevamiento de abril. En tanto, los tiempos de aprobación de las solicitudes empeoraron para el 80%, mientras que el 77% indicó mayores dificultades para el pago a proveedores.
En el mismo sentido, se advirtieron crecientes dificultades en la gestión de la importación de servicios: “87% tuvieron dificultades con los tiempos de aprobación y 84% con la aprobación de solicitudes. En el caso de los pagos, solo el 20% afirmó haber podido pagar sin inconvenientes los servicios tras la espera de 60 días. En cambio, una de cada dos empresas aseguró no haber podido realizar los pagos. También se verificaron dificultades en la aprobación de los fletes de exportación”.
En cuanto al frente cambiario, el 7,5% de impuesto PAÍS sobre las importaciones de bienes generó un fuerte traslado a precios. Para más del 40% de las empresas, el impacto en los precios era de un aumento mayor al 7,5% mientras que más del 35% esperaba un aumento de al menos 5%. Allí vale aclarar que la UIA realizó su encuesta previo a la devaluación del 14 de agosto, por lo que no se contempló el efecto adicional de esa suba del tipo de cambio oficial.
“Con posterioridad al cierre de la encuesta, la incertidumbre cambiaria se acentuó, en el marco de la suba del tipo de cambio y de la tasa de interés. Persiste un clima de elevada incertidumbre para la producción, con dificultades en torno a la disponibilidad de insumos, la suba de costos y la situación de la demanda y la gestión de liquidez de las empresas”, concluyó la UIA.