La salida a Bolsa de DoorDash creó tres nuevos multimillonarios: quiénes son
Chloe Sorvino
Chloe Sorvino
El frenesí de Wall Street por DoorDash convirtió en multimillonarios al CEO Tony Xu y a dos de sus cofundadores. La oferta pública inicial elevó el patrimonio neto de Xu, de 36 años, por encima de los US$ 3.000 millones, ya que las acciones aumentaron a US$ 186 por acción, un 82% más que el precio inicial de la aplicación de entrega de alimentos de US$ 102 por acción. Los cofundadores Andy Fang, de 28 años, y Stanley Tang, de 27, tienen participaciones valoradas en más de US$ 2.000 millones.
DoorDash es la cuarta OPI (oferta pública inicial) estadounidense más grande de este año -hasta la salida a Bolsa de Airbnb, era la tercera. El valor de la empresa de siete años se duplicó desde junio, cuando recaudó US$ 400 millones con una valoración de US$ 16.000 millones.
El precio inicial para la OPI se estableció entre US$ 75 y US$ 85 por acción, antes de subir hasta US$ 95 unos días después y cerrar en US$ 102 el martes por la noche. La capitalización de mercado es ahora de más de US$ 55.000 millones sobre una base diluida.
“Hace siete años, no podíamos haber imaginado cuán grande sería la transformación y todavía estamos en las primeras etapas de esta evolución del comercio local”, escribió Xu en la carta de prospecto de la compañía. Xu posee el 4,6% del gigante de las entregas, valorado en unos US$ 3.100 millones a partir del miércoles por la tarde, incluidas las opciones, mientras que Fang y Tang poseen cada uno un 4,2%, valorado en más de US$ 2.200 millones cada uno.
Xu creó la mejor aplicación de entrega de alimentos gracias a estrategias contrarias, tales como perseguir áreas suburbanas y cadenas de restaurantes; mientras que sus dos mayores rivales, UberEats y GrubHub, se enfocaron en restaurantes independientes en ciudades costeras. También construyó participación de mercado al agregar restaurantes a su sitio web que nunca se habían inscrito para trabajar con DoorDash, cumpliendo los pedidos sin comisión adicional y luego cortejando a las empresas para que se unieran como socios más tarde. GrubHub ahora usa la misma táctica.
Todo esto ayudó a DoorDash, una aplicación de entrega de restaurantes que tiene un recorte de hasta el 30% por pedido, a convertirse en el gigante de su negocio, duplicando los ingresos a US$ 1.900 millones en el año que terminó el 30 de septiembre.
Ahora conecta a 18 millones de clientes con 390.000 restaurantes y otros comerciantes como CVS y 7-Eleven cada mes, y tiene una participación del 51% del mercado de entrega de comidas; superando tanto a Uber, que adquirió Postmates en junio por US$ 2.650 millones y tiene una participación del 23%; y a GrubHub, que fue adquirida por Just Eat Takeaway por US$ 7.300 millones el mismo mes y tiene una participación del 18% del mercado estadounidense.
DoorDash está respaldado por SoftBank Vision Fund, la firma de capital de riesgo Sequoia y el brazo de capital privado del gobierno de Singapur, pero está dominado por Xu, quien controla los votos de sus dos cofundadores a través de sus acciones preferidas, lo que le otorga un dominio casi completo sobre el directorio, venta de activos y fusiones.
Xu nació en China y vino a los Estados Unidos junto a su padre y su madre en 1989, cuando tan solo tenía 5 años. Su papá asistió a la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, que le otorgó un doctorado en ingeniería aeronáutica. Su mamá, doctora en China, nunca pudo ejercer en el país norteamericano y trabajó en tres trabajos al día durante 12 años, incluso como moza en un restaurante chino.
“Comenzamos DoorDash para ayudar a personas como mi mamá”, escribe, y describe cómo finalmente abrió una clínica médica y de acupuntura en Champagne, Illinois, y más tarde en el área de la bahía de San Francisco, donde continúa operando 20 años después. “DoorDash existe hoy para empoderar a aquellos como mi mamá que vinieron aquí con el sueño de hacerlo por su cuenta. Luchar por los desamparados es parte de quién soy y de lo que representamos como empresa”.
Xu fundó DoorDash con Evan Moore, a quien conoció mientras los dos asistían a la Escuela de Negocios de Stanford. Después de graduarse en 2013, se unieron a Tang y Fang, dos estudiantes de ciencias de la computación que aún estaban en su tercer año, y comenzaron una aplicación diseñada para ayudar a los restaurantes a capitalizar una necesidad de servicios de entrega que faltaba en la mayoría de las empresas estadounidenses. Xu cree que ahora opera la "plataforma logística más sofisticada y confiable" de la industria para empresas locales.
"Si podemos hacer posible la entrega de helado antes de que se derrita, o pizza antes de que se enfríe, o comestibles en una hora, podemos hacer realidad la entrega a pedido de cualquier cosa dentro de una ciudad", escribe Xu en la carta. "Y, si bien la comida en sí es una categoría que tiene un largo camino de crecimiento, creemos que la red que construimos nos posiciona idealmente para cumplir nuestra visión de empoderar a todas las empresas locales para que compitan en la economía de conveniencia".
DoorDash recaudó más de US$ 3.000 millones, asegurando su lugar como una de las OPI más grandes de EE. UU. en un año marcado por mercados públicos calientes. La oferta fue superada por el acuerdo de US$ 4.000 millones de cheques en blanco del multimillonario Bill Ackman en julio y la del fabricante de software Snowflake de US$ 3.860 millones en septiembre.
A pesar de su enorme crecimiento, aún no obtuvo ganancias. Perdió US$ 149 millones durante los primeros nueve meses de 2020, por debajo de los US$ 667 millones en 2019, y Xu advirtió a los inversores que no esperen que DoorDash obtenga una ganancia total. Por su parte, UberEats perdió US$ 183 millones en el mismo período, mientras que en GrubHub, fue de US$ 9.2 millones, lo que llevó a algunos a cuestionar las elevadas valoraciones.
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Publicada originalmente en Forbes US.