El primer relevamiento del año de la encuesta TISA, realizada por Mercer, muestra que las proyecciones salariales de las organizaciones para 2025 estarán por encima de la inflación esperada.
El estudio, que incluyó a 517 compañías con operaciones en el país, revela que el presupuesto anual de incrementos salariales para 2025 en el mercado general será del 35%, mientras que la inflación estimada por el mercado es del 32%, según datos de enero.
El contexto macroeconómico y la incertidumbre siguen siendo un desafío para las empresas cuando proyectan y establecen aumentos salariales para el año. En algunos casos, este año habrá ajustes mayores, ya que en los últimos dos años los incrementos salariales no acompañaron los altos índices de inflación.
Ajustes salariales en 2025: tendencias y criterios predominantes
Las empresas usan distintos criterios para definir los incrementos salariales. Un 57% de las compañías considera una combinación de factores para determinar los aumentos, mientras que un 16% se basa solo en el mercado. Otro 14% traslada la inflación de forma total (100%), un 7% aplica lo establecido en los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) y un 6% lo hace de manera parcial.
Los aumentos salariales serán mayores en el primer semestre de 2025 y bajarán en el segundo tramo del año. Durante los primeros meses, se estima una mediana del 18% y un promedio del 19%. En el segundo semestre, estos valores caerán a una mediana del 14% y un promedio del 15%, y se revisarán según la inflación.
El 60% de las empresas ya tiene su presupuesto estimado para todo el 2025, mientras que un 31% lo proyecta solo para los tres primeros meses. Los meses en los que se prevé dar los incrementos son marzo y abril para la primera parte del año, y para la segunda, septiembre y octubre.
Por otro lado, el 49% de las compañías planea hacer cuatro incrementos salariales en 2025. En cambio, en 2024, la mayoría de las empresas aplicó cinco o más aumentos durante el año. Según cómo avance la inflación, se revisarán las instancias de incrementos a lo largo de 2025.
Por último, la diferencia entre los incrementos proyectados por las casas matrices y las subsidiarias muestra que las primeras prevén subas muy acordes a la inflación proyectada, mientras que las segundas estiman dar algunos puntos por encima de la inflación.