La pandemia suscitó cambios inéditos. La crisis sanitaria y económica funcionó como una suerte de catalizador de la trasformación digital y también promovió la inclusión financiera de algunos sectores de la sociedad que se hallaban fuera del sistema. Esto explica en buena parte el informe que elaboró el Banco Central (BCRA), que confirmó que en el segundo trimestre del año se abrieron 4,8 millones de cuentas bancarias en pesos.
Esta apertura implicó un crecimiento del 10% respecto del total de cajas de ahorro que hay en el país. De esta forma se pasó de unas 47,5 millones a 52,3 millones en sólo tres meses, periodo que coincidió con el comienzo del confinamiento obligatorio decretado por el Gobierno el 20 de marzo.
Según especificó la autoridad monetaria, la apertura de cuentas estuvo repartida entre bancos públicos (46%) y privados (47%) y, en menor medida, en las compañías financieras (7%). Para el BCRA, el IFE y el ATP generaron la necesidad y conveniencia de utilizar servicios financieros digitales.
"La apertura neta de cuentas de depósito en pesos registrada en dicho trimestre supera ampliamente lo acontecido en los últimos años, tanto en el conjunto total como en cada uno de los grupos de entidades financieras, lo cual se refleja en las elevadas tasas de crecimiento trimestrales: 77% en compañías financieras, 11% en bancos públicos y 8% en bancos privados", afirmó el BCRA en su Informe de Inclusión Financiera del primer semestre de 2020.
Débito y pagos electrónicos
Producto del período de la cuarentena, la cantidad de débitos por cuenta también se incrementó un 5% entre marzo y junio de 2020, explicado en su mayor parte por las transacciones en los bancos privados que crecieron un 10% - el mayor valor de los últimos 10 años- mientras que los bancos públicos no evidenciaron cambios significativos.
"El aumento en la cantidad de débitos se produce en un contexto de mayor uso de los canales y medios de pago electrónicos, lo cual se refleja en un crecimiento significativo de las transferencias por home-banking y mobile-banking y un leve aumento de los pagos con tarjeta de débito, dado que se redujo el número de extracciones de efectivo", apuntó el Banco Central.
Al respecto, el monto del débito promedio en bancos privados duplicó el valor registrado en bancos públicos, una diferencia que puede originarse, en parte, en la mayor concentración de cuentas previsionales y de programas sociales en bancos públicos (50% vs 39% en bancos privados), cuyas acreditaciones resultan menores en relación con las de trabajadores en relación de dependencia e independientes.
"Al ser la banca pública la que se focaliza mayormente en la atención de estos grupos, la evolución relativa de cantidades y montos promedio operados por las instituciones pertenecientes a este grupo resulta esperable", afirmó el Central.
"Los efectos de la pandemia junto al consecuente pago del IFE, en algunos casos, a través de nuevas cuentas bancarias, presentan una oportunidad para consolidar el crecimiento de los medios de pago electrónicos y así profundizar la inclusión financiera en Argentina"
Por otro lado, también se vio potenciado el uso de medios de pago electrónicos, con un incremento de las transferencias inmediatas que registraron en abril el mayor aumento mensual de los últimos cuatro años, de 29% en montos reales y 42% en cantidades por adulto, y que entre marzo a agosto acumularon un incremento del 61% y 93%, respectivamente.
"De esta forma, luego del inicio de las restricciones de aislamiento (abril a agosto), se realizaron en promedio 0,5 transferencias mensuales por cada cuenta bancaria de persona humana, mientras que el mismo periodo del año anterior registró 0,2 transacciones, demostrando una mejora notable", detalló el informe.
Por su parte, los pagos con tarjeta de débito promediaron 1,7 operaciones por mes desde abril a agosto, un 6% por encima del promedio del mismo periodo de 2019. Esto se debe a que las cantidades y montos por adulto de operaciones con tarjeta de débito con comercio electrónico prácticamente se duplicaron entre marzo a agosto, lo cual compensó la caída en el consumo presencial ante las restricciones de aislamiento por la pandemia.
"De este modo, los efectos de la pandemia junto al consecuente pago del IFE, en algunos casos, a través de nuevas cuentas bancarias, presentan una oportunidad para consolidar el crecimiento de los medios de pago electrónicos y así profundizar la inclusión financiera en Argentina", sentenció el informe.