La nueva era de las estaciones de servicio: autodespacho y transformaciones que se vienen
En una entrevista con Forbes, el presidente de la principal confederación de estacioneros del país cuenta cómo serán los próximos pasos para implementar esta norma y habla del futuro del negocio.

El negocio de las estaciones de servicio probablemente sea uno de los que está experimentando la mayor cantidad de cambios. En pocos meses, pasó de tener los precios más bajos de la región a los más altos, pero con un aumento en paralelo de los costos en dólares que complica los márgenes. Al mismo tiempo, medidas como el autodespacho, la presión por modificar la estructura impositiva y la aceleración de la electromovilidad a raíz de liberar un cupo de 50.000 vehículos al año con cero aranceles, plantean fuertes desafíos de cara al 2025.

En diálogo con Forbes, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), Isabelino Rodríguez, cuenta cómo viene la implementación de estas transformaciones y la apuesta del sector para modernizarse y competir en este contexto de caída de la demanda.

¿Cómo viene la reglamentación del autodespacho? ¿Qué falta para conocer los próximos pasos?

Nosotros estuvimos reunidos estos días con la secretaria de Energía María Tettamanti y todo su equipo para ver justamente la implementación del autodespacho y nos confirmaron que en los próximos días vamos a tener esa reglamentación, que va a tener especial cuidado en lo que es la seguridad de las estaciones de servicio y en todo lo atinente a la operatividad del nuevo sistema de venta.

¿Por qué consideran que es positivo para el negocio?

Primero, porque es una práctica que está implementada en todo el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, desde el año 1965. Y a nosotros nos va a servir para los días feriados y para aquellos lugares donde hay inseguridad para poder brindar la prestación del combustible en aquellos momentos en que se hace más dificultoso. Y también tenemos en cuenta las experiencias que tienen algunas compañías como YPF en Mendoza, donde vemos que el autodespacho es preferido por las personas que tienen un rango etario de hasta 30 o 40 años por sobre el despacho completo o el despacho común.

Más allá de los feriados o turnos nocturnos, ¿la idea es que vaya ganando mercado progresivamente y a medida que la gente se acostumbre a este sistema empiece a ser más masivo?

Son sistemas que van a convivir en una primera etapa y que después de que eso suceda iremos viendo si la gente se va yendo hacia uno u otro sistema. De todas maneras, detrás de esto hay un fenómeno cultural que es el que tenemos que tener presente, un proceso cultural de cambio de la modalidad de uso por parte de los clientes.

¿Esto mejora la eficiencia y los márgenes del negocio? 

Hace falta un salto tecnológico para implementar el sistema porque requerís pantallas, sistemas de billetera virtual y una serie de elementos de tecnología que requieren de cada surtidor. Y en una primera etapa, que va a ser bastante larga, esa adecuación va a requerir de los empleados en una función de docencia y resguardo de las medidas de seguridad que la Secretaria de Energía está adoptando estas semanas que vienen.

¿Eso va a requerir muchas inversiones de parte de ustedes?

Sí, requiere inversiones. Estamos evaluando cuál es el nivel de inversiones que requiere, pero sí. Físicamente las estaciones de servicio están habilitadas para poder expender el autoservicio, pero lo que es la parte terminal (la parte del pago y de la opción que va tener el cliente para elegir qué combustible va a utilizar y qué medio de pago) debe ser implementado en cada estación de servicio.

¿El tema del pago se hace ahí al lado del surtidor o hay que entrar adentro de la tienda?

Creo que van a convivir ambas posibilidades. Sobre todo, en la noche, puede ser que se pueda hacer desde la tienda de conveniencia. Pero en todo caso va a requerir que en los surtidores haya un salto tecnológico necesariamente. 

¿Está calculado el porcentaje de combustible que se desperdicia por errores de carga de la gente?

No, eso no hay un cálculo determinado.

¿Pero suele pasar?

Varía de acuerdo a la operación de cada estación de servicio. Indudablemente que parte de la nueva normativa va a ser, con señales claras y muy simples, que el cliente pueda percibir con facilidad cuál es el combustible que va a cargar.

¿Por qué cuando quiso implementarse en la década del 90' los resultados no fueron buenos?

En los 90' lo trató de implementar la petrolera Shell, pero por una cuestión cultural no prendió en el ideario de la gente diríamos. Creemos que ahora como es más amigable la tecnología con las personas esto va a ser mucho más sencillo y más simple. Y las experiencias actuales que hay es que entre los rangos etarios de hasta 30 o 40 años hay una preferencia por esta modalidad porque es más rápido el expendio y como consecuencia de eso baja el tiempo que tiene que estar una persona en la carga de combustible.

¿Hay un modelo de algún país que tengan como referencia?

No, el modelo se va a ir haciendo de acuerdo a las características del argentino, o sea de acuerdo al desarrollo que pueda ir teniendo la capacidad de profundidad que pueda tener en los argentinos el nuevo sistema.

Se mencionó que podría tener un precio más económico este tipo de combustible en el autodespacho que el regular, ¿esto es así?

Es prematuro todavía tener una idea sobre eso. Reitero: va a depender de cómo se vuelca el público hacia uno u otro sistema. En la medida que se vuelque decididamente seguramente eso implicará alguna modificación de alguna condición.

La norma deja abierta la posibilidad de que haya otros puntos de carga de combustible más allá de las estaciones de servicio. ¿Cómo se implementará este tema?

Sí, habla de las estaciones de servicio móviles. Justamente ayer estuvimos consultando sobre eso y está en una etapa embrionaria y ahí hay muchos reparos en cuanto a lo que refiere a la seguridad que unidades móviles de ese tipo puedan tener y requiere un mayor estudio y un mayor afianzamiento de abordar el tema. De todas maneras, en cuanto a ese concepto existe algún reparo por parte de nuestro sector en cuanto existen estaciones que requieren inversión intensiva y tienen un desarrollo de personal y de costo que poniéndola frente a una estación móvil podría haber ahí una suerte de competencia desleal. Pero nos fuimos con la tranquilidad de que es un proceso embrionario y que requerirá por supuesto de estudios sobre seguridad, posicionamiento de mercado, etcétera.

Y a todo esto, ¿cómo lo está tomando el gremio?

Bueno el gremio como en todo tiene sus resquemores, pero creo que el futuro ha venido para imponerse y va a haber un proceso de adecuación donde seguramente va a haber una refuncionalización de mucha parte del sector de los playeros. Y además hay que acotar que solamente se refiere a los que expenden combustible, acá hay expendedores de GNC, parte administrativa, tiendas, y esto que va a ser refuncionalización de su trabajo por un largo período hasta que veamos cómo decide el soberano, que sería el cliente.

En el 2023 se hablaba de que había una sobredemanda producto de los bajos precios, la demanda de países limítrofes que se cruzaban, y ahora esa contracción que hubo exige a una mayor competencia y un afinamiento en la letra chica de los precios y la competividad. ¿Esto del autodespacho va en ese sentido?

Entiendo que sí. Estás liberando los precios, liberando el modo en que se puede comercializar, o sea todo va yendo hacia la competencia y hacia la libertad. Y eso nosotros lo acompañamos conceptualmente en forma positiva desde nuestra confederación.

¿Y cómo está el negocio hoy?

El negocio hoy no está en su mejor momento, está en una etapa de transición de cierta complejidad porque los combustibles han subido por debajo de la inflación y los costos operativos que tienen las estaciones (que están básicamente asociados al costo del personal) han ido siguiendo la inflación. Y a eso se suma que hay una retracción en las ventas (en diciembre fue del 5%) que hace que tenemos menores ventas con mayores costos y un producto que corre por debajo de la inflación.

Y parecería ser que este año electoral el Gobierno no cambiaría esa política, ¿no? ¿Ustedes han hablado algo? ¿Esa preocupación se la transmitieron?

Por supuesto, esta es una preocupación del sector que la hemos transmitido no solo al Gobierno, sino también a las petroleras.

¿Una forma de amortiguar ese efecto no podría ser una baja impositiva? Por ejemplo, con las tasas municipales donde ustedes han hecho un esfuerzo grande para que se eliminen.

Por supuesto. Nosotros estamos en contra de eso en defensa de los intereses de los clientes.

¿Y eso en qué está?

Hay varios partidos bonaerenses que lo han suprimido. Hay dos resoluciones. Una de la Secretaria de Energía, que obliga a informar los precios, informar qué municipio carga estas tasas municipales para que el vecino sepa el municipio que está haciendo esta apropiación indebida de tipo fiscal. Y también en la factura, de acuerdo a una resolución que sacó la Secretaria de Comercio, debe estar discriminado el precio. Por lo tanto, lo importante es que los clientes puedan elegir los lugares donde esta tasa no se aplica.

¿Pero por ahora el camino de la Justicia no estaría dando resultados?

Estamos ahí. Se han iniciado algunos procesos y estamos esperando los resultados. Pero como esto no se puede obtener un pronunciamiento único es un camino largo que estamos recorriendo que lo hemos tratado de profundizar a nivel comunicacional, a nivel institucional (por eso han salido las resoluciones que te hice referencia) y también desde el ámbito judicial a través de acciones colectivas que estamos entablando.

Hace pocas semanas el Gobierno redujo los aranceles de importación para autos eléctricos, que hoy tienen una penetración muy baja. Si empiezan a entrar muchos de estos autos, ¿cómo están preparadas las estaciones de servicio para el repostaje de los mismos?

Algunas petroleras ya han generado corredores eléctricos. Indudablemente que nosotros entendemos que vamos a llegar a la electromovilidad y que va a haber una transición previa que está dada por una nueva matriz energética que tiene la Argentina, que está basada en el gas. Por lo tanto, el GLP y el GNC para el transporte público y transporte de cargas va a ser una etapa necesaria en este proceso largo de transformación primero de la matriz energética y luego de adopción de la electromovilidad.

Porque es una inversión fuerte, ¿no? ¿Eso lo tendrían que hacer ustedes?

Sí, son importantes porque hay que tener una capacidad de reserva de potencia importante contratada. Ya hay un corredor de electromovilidad que ha hecho YPF y las otras petroleras también están trabajando en ese sentido.

¿Pero eso entonces lo deberían pagar las petroleras y no los estacioneros?

Eso no está definido.