Como en muchas producciones agroindustriales, el sector apícola se debate hoy entre la apertura de mercados para productos de reconocida calidad y precios que se desplomaron. Esto ocurre en un contexto de sobre oferta de producción china, que termina siendo buscada por sus bajos precios pese a la gran diferencia de calidad, en medio de una economía global en crisis.
Si bien no se trata de un commodity y cada exportador termina negociando precios con el comprador, lo cierto es que hay precios de referencia para productos con ciertas características. Hoy la oferta está solida por lo que la negociación de precios es siempre una tarea compleja.
En los últimos dos años los precios de referencia internacional cayeron más del 40%, pasando de niveles de hasta 3600 US$/Tn en 2022 para miel oscura, a valores que van de 1.900 a 2.400 dólares la tonelada en la actualidad.
Hoy estamos en un piso de actividad en el mercado internacional, en los últimos dos años, asegura Jorge Pitter, presidente de la Cooperativa Apícola del Paraná Ltda. No es un dato menor en una actividad que destina a la exportación alrededor del 90% de la producción.
Tras el fin de la sequía y el impacto productivo que supuso en el sector, para esta campaña se prevé que la producción de miel tendría un crecimiento cercano al 14% en relación al año anterior.
A embarcar
La miel argentina es muy reconocida a nivel global, y hoy llega a mercados exigentes como Estados Unidos, España, Alemania, Reino Unido, Japón y se está abriendo el mercado de Medio Oriente, muy demandante de miel y hasta el momento abastecido por exportadores de Europa. En América Latina hubo embarques a Colombia y no mucho más.
Pitter comenta que están desarrollando contactos para exportar a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, y en carpeta están Qatar y otras naciones del área, la primera línea de un mercado árabe de 300 millones de consumidores, en muchos casos, de elevado poder adquisitivo.
Una ventaja para entrar a estos mercados es que por sus características y métodos de producción la miel es un producto Halal por naturaleza. La certificación Halal es la que exigen los países musulmanes para los productos alimenticios, y que deben cumplir con la Ley Islámica.
Argentina es el segundo exportador mundial de miel, con productos de calidad, en general miel oscura pero también una oferta de miel clara, y con creciente participación de mieles orgánicas, muy valoradas en los países europeos y en Estados Unidos.
El primer exportador mundial es China, que realmente pone en el mercado un producto que baja calidad, que algunos incluso dicen que no es miel propiamente dicha. Pero por su bajo precio ha capturado una porción importante del mercado global e incluso se usa para cortar mieles de otros destinos para abaratar costos, advierten fuentes del sector.
Consultado sobre las perspectivas a futuro, Jorge Pitter destacó que en estos momentos el sector está expectante ante la nueva zafra, que arrancará en octubre y se extenderá hasta comienzos o mediados de mayo de 2025. Esperamos que haya mejores precios porque no hay demasiado stock de esta temporada y notamos una demanda activa de los importadores, anticipó.
Siguiendo la conocida fórmula pxq (precio por cantidad) este productor apícola considera que el precio podría irse a unos 2700 US$/Tn, o acomodarse cerca de esos valores, y añadió que, si bien estaría por debajo de los precios récord de 2022, sería una recomposición importante.
Valor agregado
Más del 95% de las exportaciones de miel se hacen a granel, pero la apuesta del sector es incrementar las exportaciones fraccionadas, que permiten casi cuadruplicar el precio de la miel a granel, con valores de entre 7 y 8 US$/kilo (7000/8000 dólares la tonelada). En este contexto, crecen las posibilidades de la miel orgánica, multifloral y otras variedades de calidad.
En este segmento está avanzando la Cooperativa Apícola de Villa de Soto, ubicada al noroeste de la provincia de Córdoba. Este año la cooperativa logró su primera exportación a Estados Unidos. Luego de meses de dura negociación se envió un contenedor de 22 toneladas (10.500 frascos Pet de 2 kilos) de miel orgánica.
El acuerdo se logró con Olympiana Greek Foods, un gran importador basado en Boston, que abastece a toda la costa este de Estados Unidos y asistió a la cooperativa en las tramitaciones y certificaciones de calidad que exige la Food and Drug Administration (FDA), el organismo equivalente al Senasa en EE.UU.
En la cooperativa empezamos 11 productores hace 20 años y hoy somos 65, de los cuales 11 hacemos miel orgánica certificada y en poco tiempo se van a sumar 17 productores más, detalló Miguel Ángel Bringas, miembro y vocero de la cooperativa.
La clave para entrar al mercado estadounidense fue la calidad de esta miel, dado que la cooperativa tiene las colmenas en la Reserva del Monte Autóctono de Córdoba, un área muy apta para la apicultura porque hay más diversidad floral y de polen, y el néctar de la zona da una miel con otras cualidades, destacó Bringas, sumado al valor diferencial que aporta el agua de ríos y vertientes naturales.
Tras esta exportación, Olympiana ya hizo un pedido de otro contenedor de 22 toneladas para octubre, y en la hoja de ruta hay una proyección de embarcar 21 contenedores por año, lo cual ya pone a la cooperativa en la disyuntiva de ver cómo abastecer esa demanda, que hoy excede su capacidad productiva. Pero en Argentina se sabe que cuando la demanda está, la producción se ordena de alguna manera, así que sobra el entusiasmo.
En paralelo a este escenario global, el mercado doméstico está reaccionando positivamente. La baja de los precios internacionales hizo más accesible la miel para el bolsillo argentino, sostiene Jorge Pitter, y aclaró que para los productores es bueno porque permite diversificar los mercados.
Lo que se viene en el sector apícola es avanzar más en mieles orgánicas, incluso la certificación de estas mieles, que ayudará a abrir mercados, apunta Bringas, y, en paralelo, trabajar en mejorar las calidades, en la determinación botánica, la caracterización antibiótica, y otras cualidades que hacen a la calidad de la miel. Son requerimientos de los mercados, en especial la Unión Europea, que está cada vez más exigente, confiesan los apicultores.