Este lunes, Berkshire Hathaway, el conglomerado del famoso inversor Warren Buffett, se desplomó un 99,97% en la Bolsa de Nueva York (NYSE, por su sigla en inglés).
Específicamente, las acciones clase A (BRK.A) de la compañía pasaron de valer US$ 622.375 a apenas US$ 185,10 en pocos segundos. De esta manera, el valor de mercado de Berkshire Hathaway pasó de US$ 902.578 millones a sólo US$ 268,83 millones.
Tras lo sucedido, NYSE suspendió la cotización de las acciones y aclaró que todo se trató de un fallo mientras se investigaba un problema técnico relacionado con las bandas de límite al alza y a la baja, mecanismos para detener las negociación por volatilidad excesiva.
El verdadero problema fue que muchos inversores pudieron comprar las acciones del grupo empresarial al insólito precio alcanzado, con la idea de que en cuestión de días podrían amasar grandes fortunas. Por ejemplo, alguien que colocó sólo US$ 1.000 en el momento del evento podría haber generado más de US$ 3 millones.
No obstante, y como era de esperarse, NYSE salió a informar que “revertiría” todas las transacciones “erróneas” vinculadas a las acciones clase A de Berkshire Hathaway, y de las otras empresas que también fueron afectadas de manera similar, como Barrick Gold y GameStop, entre muchas otras.
Ahora, con la situación normalizada, las acciones de Berkshire Hathaway ya se negocian a US$ 617.435, por lo que acumulan un retorno del 12% en lo que va del año y del 24% en los últimos doce meses.