Después de un comienzo de año con fuertes subas en los precios, es probable que la inflación se desacelere en los próximos meses, especialmente cerca del período electoral, indica un informe de Ecolatina. No obstante, incluso con esta baja, la meta del 29% seguirá siendo imposible: la suba de precios no perforará el 2% mensual en todo el 2021 y el objetivo del Presupuesto quedará cada vez más lejos, alertó la entidad.
"La baja no será sostenible: luego de las elecciones, es probable que tanto las tarifas de servicios públicos como el tipo de cambio oficial aceleren su marcha, desandando el camino ganado en los meses anteriores", aseguró el informe. De esta forma, la suba de precios acumularía cerca de 40% en 2021, marcando una suba respecto del del año pasado y dejando atrasos pendientes para 2022.
Entre enero y febrero, la inflación acumuló casi 8% y según la estimación de la consultora, la suba de precios alcanzó 3,3% en la primera mitad de marzo -comparado con la primera mitad de febrero- y rondaría 3,7% en el mes, totalizando cerca de 12% en el primer trimestre del 2021. Con estos números, la inflación mensual debería promediar 1,7% entre abril y diciembre para cumplir la meta oficial del 29%, indicó la consultora.
"Considerando la complejidad del proceso desinflacionario -que todavía siquiera empezó-, este objetivo está virtualmente descartado", indicó. Según la compañía, "en los últimos años, la inflación tuvo tres grandes motores: el tipo de cambio, las tarifas de servicios públicos y los salarios". Y agregó: "Más allá de por qué suben estas variables, su dinámica servía como explicación última del movimiento de la mayoría de los precios".
A tono con los últimos períodos electorales, el ministro Martín Guzmán viene afirmando que el dólar oficial desaceleraría su marcha en los próximos meses. De esta manera, el tipo de cambio dejaría de moverse en línea con la inflación pasada, buscando preservar la competitividad-precio, para ubicarse por debajo de ésta, priorizando relajar las tensiones sobre la inflación.
Dado el régimen de control de cambios e importaciones vigente, es probable que esta menor tasa de devaluación se materialice, descomprimiendo tensiones en varios rubros. Añadió que "más allá de cómo sigan las restricciones, es probable que las presiones por el lado cambiario se relajen en el corto plazo".
"De esta manera, la desaceleración inflacionaria comenzaría en abril. Para determinar su magnitud, será clave conocer qué pasará con las tarifas residenciales de servicios públicos: éstas llevan más de un año y medio congeladas -el gasto en subsidios como porcentaje del PBI casi se duplicó en 2020 y sigue en aumento- y deberían actualizarse en las próximas semanas; sin embargo, todavía no está claro cuánto ni cuándo", consideró.
Con información de N.A