La inflación de agosto en la Ciudad de Buenos Aires fue del 10,8% en agosto, la más alta desde que el organismo de estadísticas porteño comenzó a relevar precios en 2011. En línea con las previsiones de los analistas, el impacto de la devaluación que decidió el Gobierno tras las PASO llevó la nominalidad de la economía a los dos dígitos mensuales. Existen riesgos de una aceleración mayor en medio de los desequilibrios macroeconómicos, la incertidumbre cambiaria y electoral.
La Dirección General de Estadísticas y Censos porteña informó que su Índice de Precios al Consumidor registró un incremento del 10,8% en agosto, mientras que acumuló 79,8% en lo que va del año y 127,3% en los últimos doce meses. La aceleración frente al 7,3% que había marcado julio estuvo vinculada al salto devaluatorio pero también al incremento en muchos servicios regulados como tarifas de energía, agua, transporte, colegios, prepagas y combustibles.
La variación del mes respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,8%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (12,5%), Restaurantes y hoteles ( 8,3%), Salud (10,8%) y Transporte ( 9,2%), que en conjunto explicaron el 69,8% del alza del Nivel General, explicó la dependencia.
La agrupación regulados promedió una suba de 11,3% el mes pasado, principalmente por el ajuste en la tarifa residencial del servicio de suministro de agua. Le siguieron en importancia, los incrementos en las cuotas de medicina prepaga y de los establecimientos educativos (de nivel inicial, primario y secundario), junto con los aumentos en los precios de los combustibles para vehículos de uso doméstico. Así, este agregado se aceleró hasta 130,8% interanual (+10,0 p.p.), detalló la Dirección de Estadísticas porteña.
Por último, los bienes y servicios estacionales aumentaron 6,5%, destacándose las alzas en los precios de las prendas de vestir y de las verduras. En contraste, las caídas en las tarifas del alojamiento en hoteles y en los valores de los paquetes turísticos contribuyeron a atenuar el aumento de este agregado. En términos interanuales, esta agrupación aceleró su ritmo de suba hasta 120,1% interanual (+3,7 p.p.), comentaron desde la dependencia que dirige José Donati.
El miércoles 13 de septiembre el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informará la inflación correspondiente a agosto pero a nivel nacional. Las primeras estimaciones privadas arrojaron un nivel similar al que confirmó este jueves la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los analistas advierten por los riesgos de una nueva aceleración en medio de los efectos que ya dejó la devaluación post PASO. Mientras tanto, el Gobierno insiste en retomar los acuerdos de precios con empresas de diferentes sectores.
De acuerdo con el relevamiento de precios minoristas de la consultora C&T para la región GBA, en agosto hubo un aumento mensual promedio de 11%, lo que implicó un alza de 131% en doce meses. Así, la variación mensual superó el pico previo de 10,4% en abril de 2002, inmediatamente luego de la salida de la Convertibilidad, e igualó la de marzo de 1991, el mes previo al arranque de dicho programa. Debe notarse que agosto es un mes favorable desde el punto de vista estacional, ya que la inflación suele moderarse luego del pico que tiene en julio por el turismo, explicaron.
Desde Eco Go sostuvieron que el índice de precios del mes pasado marcó un alza de 11,5%, acumulando 80% desde que comenzó el 2023 y 128% en los últimos 12 meses. Según la medición de la consultora, los alimentos y bebidas subieron 12,7% en agosto y 131,9% el último año.
Por su parte, la consultora Ecolatina estimó: Luego de una moderación transitoria en junio y julio, la inflación volvió a trepar durante la primera quincena de agosto y se aceleró notablemente en la segunda parte del mes, ubicando a nuestro IPC GBA Ecolatina por encima del 11% en el mes. El resultado de las PASO implicó un shock, que, en combinación con un elevado pass-through del salto del tipo de cambio oficial el día posterior y la incertidumbre que trajo aparejada el escenario alternativo resultaron en un nuevo salto inflacionario".
Hacia adelante, esperamos que la nominalidad se mantenga elevada e inestable frente a la fragilidad macroeconómica, la ausencia de anclas y la incertidumbre electoral, con una inflación que cerraría 2023 con un piso del 160%, advirtió Ecolatina.