La primavera preelectoral del mercado financiero argentino sufrió un fuerte golpe por parte de la Fed, que dio por sentado un nuevo ajuste de tasas que terminó arrastrando a las principales plazas bursátiles internacionales.
La Reserva Federal difundió las minutas de su última reunión donde queda de manifiesto una clara postura de la mayoría de sus directores por continuar con el sendero contractivo de la política monetaria hasta bajar la inflación al 2% anual.
"Con la inflación aún muy por encima de la meta del 2 por ciento y el mercado laboral permaneciendo muy ajustado, mantener una postura restrictiva para la política monetaria sería apropiado para lograr los objetivos", indicaron.
La postura de la máxima autoridad monetaria quedó reforzada tras la publicación de los datos de empleo de los Estados Unidos de este jueves, que demuestran que todavía hay margen para enfriar la economía.
Según el reporte, en junio se crearon unos 497.000 puestos de trabajo nuevos, cuando en mayo se habían sumado unos 267.000 y las perspectivas para este mes eran de apenas 220.000. Sin embargo, otros índices económicos en China y la Unión Europea reflejaron un pálido desempeño del sector de servicios, lo que también causó nerviosismo en el mercado.
En consecuencia, la jornada del jueves marcó caídas en torno al 1% en Wall Street, pero que se elevaron hasta el 3% en diferentes plazas europeas y superaron un rojo del 4% en el Nikkei japonés.
“El contexto mundial apuesta a que la Fed va a seguir subiendo la tasa en las cinco reuniones que faltan en el año. Para julio, el mercado descuenta un ajuste del 0,25% que se refleja en la suba de los bonos del Tesoro a 10 años”, afirmó a Forbes el analista de mercados, Francisco Uriburu.
Se trata del ajuste monetario más sostenido y agresivo desde los tiempos del mítico Paul Volcker, ex presidente de la FED entre 1979 y 1987 quién cortó con la altísima inflación tras la crisis del petróleo de la década del setenta.
“La tasa manda. Contra una suba no hay arma defensiva que valga. Y como se están moviendo en tándem con el Banco Central Europeo, su directora Christine Lagarde presiona por continuar este camino ya que tienen el doble de inflación que los Estados Unidos. Están muy hawkish en Europa y obligan a Powell a seguir esta línea”, agrega Uriburu.
En el plano doméstico el impacto no tardó en llegar. El panel general de acciones sufrió bajas de hasta el 5% encabezadas por el sector bancario, mientras que los bonos argentinos en dólares se desplomaron hasta un 6%.
Para Christian Buteler, el panorama internacional “vino bárbaro para hacer una toma de ganancias”, ya que el mercado local había subido “casi un 400% en el último año y era sabido que en cualquier momento iba a encontrar un motivo para una corrección”.
Santiago Llull, en cambio, coincide en no observar un cambio de tendencia, pero sostiene que además de efecto externo, la vulnerabilidad macroeconómica local también tiene injerencia en el desplome de la jornada.
“La bolsa argentina subió casi 47% en un mes en dólares. Hubo una sobre inversión en el mercado doméstico aprovechando valores rezagados. En este momento el mercado corrige siguiendo la tónica internacional”, dice Uriburu en la misma línea.