La semana pasada, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un paso más en su proceso de saneamiento del balance, ya que licitó $3,5 billones de letras del Tesoro (Lecaps) y recibió ofertas por $16,7 billones (64% de las reservas brutas al tipo de cambio oficial).
Si bien consolidadamente el nivel de deuda se mantiene igual, se está migrando de un entorno con un banco central quebrado y un Tesoro laxo a un escenario con un banco central en camino de sanearse y un Tesoro que debe mostrarse en condiciones para renovar su deuda en el mercado.
El cambio implicaría nuevos beneficios para importante variables macroeconómicas: inflación, tasas de interés y tipo de cambio. No obstante, de cara al futuro, el Tesoro tiene más deuda y más cara que la del BCRA, y ya no tiene un prestamista de última instancia, por lo que deberá renovarla con el mercado mientras se intenta quitar el cepo y revertir el déficit fiscal.
En este contexto, los especialistas de Consultatio Financial Services publicaron un informe en el que compararon la situación de este 2024 con la del 2019 y concluyeron que, desafortunadamente, los datos muestran un panorama notablemente más desafiante en la actualidad, ya que desde el punto de vista de los fundamentals, la película es extraordinariamente más compleja.
Se trata de una economía con un PBI de tamaño similar en pesos constantes y perspectivas de crecimiento para el año en curso que hoy son más sombrías. En el frente fiscal, la deuda en moneda local es mucho mayor tanto a nivel agregado (2,5 veces) como con el sector privado (1,8 veces), comenzaron detallando los estrategas.
Con un riesgo país mucho mayor y tasas internacionales más altas, hoy el país no tiene acceso a financiamiento internacional. El resultado fiscal primario fue apenas negativo en ese momento (-0,2% del PBI) vs. una proyección de +0,7% del PBI hoy (REM para 2024), añadieron.
Además, indicaron que, desde el punto de vista del BCRA, la economía tiene menos reservas, tanto brutas como netas, y un tipo de cambio real más apreciado. Asimismo, también está más desmonetizada y tiene un punto del PBI menos de pasivos remunerados que en 2019.
El diagnóstico correcto de lo que pasó en 2019 es clave: si fueron los fundamentals los que moldearon el final que conocemos, la situación hoy es muy difícil de revertir. Si fueron las expectativas, la película será otra. La suerte del Gobierno en su programa no sólo definirá cuál será el futuro para Argentina, también reescribirá de manera definitiva su pasado reciente, finalizaron desde Consultatio.