En los últimos meses, la inflación tuvo tendencia a la baja. Sin embargo, aún persiste y, según los economistas, perforar la barrera del 3% será un desafío complejo. En esta coyuntura, los argentinos están ajustando sus hábitos de consumo para hacer frente a los gastos cotidianos.
A pesar de la desaceleración de los precios, la brecha entre el aumento del costo de vida y los ingresos de los hogares sigue creciendo, empujando a los consumidores a optar por alternativas más económicas y alejándose de las primeras marcas.
Un reciente informe del Trend Lab de la consultora Youniversal revela que el 44% de los encuestados prefirió segundas marcas, especialmente entre mujeres y sectores de menor poder adquisitivo. Este fenómeno se dio con mayor fuerza en el segmento socioeconómico D2E, donde la necesidad de economizar se sintió con mayor intensidad.
Búsqueda de alternativas en medio de la crisis
El estudio, que incluyó a personas de entre 18 y 65 años, también destaca que un 39% de los consumidores probó marcas desconocidas, principalmente motivados por la búsqueda de mejores precios. Esta tendencia fue más pronunciada entre la clase media baja (C3), donde la flexibilidad a la hora de cambiar de marca se ve como una herramienta clave para sortear la crisis.
Ximena Díaz Alarcón, cofundadora y CEO de Youniversal, subraya que este tipo de contexto puede ser crucial para el reposicionamiento de marcas. "Momentos de crisis como el actual son una oportunidad para desarrollar argumentos que atraigan a diferentes tipos de consumidores," sostiene la especialista.
A pesar de la caída en la demanda de primeras marcas, un 15% de los encuestados afirmó haber incrementado la compra de productos de marcas propias de supermercados, destacando su buena relación entre precio y calidad. Esta tendencia fue particularmente relevante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y entre los sectores C2.
Primeras marcas, un lujo reservado para algunos
Por otro lado, un pequeño grupo, el 4%, optó por primeras marcas, argumentando que ofrecen un mejor rendimiento. Este grupo, compuesto principalmente por sectores socioeconómicos ABC1 y C2, justificó su elección especialmente cuando se trata de productos para sus hijos o mascotas.
"Vimos que los consumidores están dispuestos a pagar más por las primeras marcas si se trata de un producto para sus hijos o mascotas, por ejemplo".
Díaz Alarcón, cofundadora y CEO de Youniversal
Además, un 28% de los encuestados está dispuesto a pagar más por un producto que garantice el resultado esperado, como en el caso de productos de limpieza, donde se prioriza el ahorro de tiempo por sobre el costo. La calidad también juega un papel central para un 23% de los consumidores, mientras que otro 23% pagó más en ocasiones especiales, como reuniones o celebraciones.
En la mente del consumidor, una primera marca da prestigio y también muchas veces se evalúa con una performance de producto superior en rendimiento, funcionalidad y sabor. Estos factores son particularmente relevantes en distintos segmentos de la población, destacándose el criterio filial (pagar más por un producto para un hijo) en los sectores socioeconómicos más bajos, entre las mujeres y personas de 30 a 44 años con hijos pequeños.
La importancia de la marca en productos cotidianos
"Encontramos que los consumidores tienden a hacer un upgrade o a estirar un poco más el presupuesto cuando son categorías que los involucran emocionalmente o por que son relevantes para ellos según sus intereses: desde darle el gusto de un postrecito a un hijo, a tomar esa gaseosa preferida en un asado o a lavarse el pelo con el shampoo que prefieran o a elegir un detergente de primera línea para ahorrar tiempo en lavar los platos", sostiene Díaz Alarcón.
En cuanto a las categorías de productos donde la marca sigue siendo determinante, el informe resalta que las bebidas alcohólicas, las gaseosas, los lácteos y las galletitas son los productos donde los argentinos prestan más atención a las marcas. También sobresalen productos como el jabón para ropa y los productos de cuidado personal, como shampoo y cremas de enjuague, especialmente entre las mujeres y personas con mayor nivel educativo.
Este escenario, donde las recomendaciones de conocidos y pequeños comercios juegan un rol clave, plantea grandes desafíos para las marcas. Según el estudio, un 58% de los consumidores se dejó influenciar por las sugerencias de terceros, mientras que un 24% no encontró motivos para pagar más por una marca reconocida.
