La clásica cartera de inversión 60/40, que combina un 60% de acciones para gozar del crecimiento de la renta variable con un 40% de bonos para obtener una volatilidad controlada, cayó casi un 17% en lo que va del 2022, según el índice de Bloomberg que rastrea su comportamiento.
En este contexto, muchos inversores y analistas comenzaron a afirmar que tal vez sea hora de rediseñar el portafolio por haber alcanzado la obsolescencia de esta combinación. No obstante, Morgan Stanley sigue creyendo en su potencial de mediano y largo plazo.
Andrew Sheets, estratega de activos cruzados en el banco de inversión, proyectó que esta clásica cartera de inversión tendrá un mejor rendimiento en los próximos 10 años que en la última década, especialmente si los activos son de Estados Unidos y Europa.
Sheets reconoció que las pérdidas recientes plantearon dudas sobre si la estrategia 60/40 se rompió en una era de política más estricta. Si bien las grandes reducciones anteriores “dejaron a los inversores deseando haber tenido más renta fija, este año ha dejado a los inversores deseando no poseer nada”, expresó.
Sin embargo, el estratega argumentó que incluso si las acciones y los bonos ahora están positivamente correlacionados, todavía hay muchos días en los que las dos clases de activos no se mueven juntas. También considera que los bonos siguen siendo buenos diversificadores, aunque menos que antes.
De cara al largo plazo, Morgan Stanley elevó sus estimaciones de rendimiento para las acciones de Estados Unidos y Europa en base a las bajas valuaciones actuales e impulsó las proyecciones para los bonos con mayores rendimientos.