La actividad económica creció casi un 1% en noviembre
En noviembre, el EMAE gozó del mayor aumento mensual desestacionalizado desde agosto y el primer crecimiento interanual desde mayo.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer el estimador mensual de actividad económica (EMAE) correspondiente a noviembre de 2024, en el cual se reflejó una mayor recuperación.

Interanualmente, la métrica registró una suba del 0,1% en el mes, mientras que el crecimiento desde octubre fue del 0,9% de forma desestacionalizada.

Con relación a igual mes de 2023, cinco sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en noviembre, entre los que se destacaron Pesca (+164,6%) e Intermediación financiera (+9,9%). Esta última fue la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguida por Explotación de minas y canteras (+7,1%) y Pesca (164,6%).

Por su parte, diez sectores de actividad sufrieron caídas en la comparación interanual, principalmente Construcción (-14,2%) y Electricidad, gas y agua (-5,6%). En conjunto, Construcción, Industria manufacturera (-2,3%) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-1,3%) le restaron un punto porcentual al desempeño interanual del EMAE.

 

En noviembre, el indicador gozó del mayor aumento mensual desestacionalizado desde agosto y el primer crecimiento interanual desde mayo. Y en el acumulado desde enero, aunque hubo una caída del 2,5% interanual, fue la menor en todo el 2024.

Desafortunadamente, a pesar de los buenos resultados, las estadísticas todavía no convencen a los economistas.

"El EMAE de noviembre refleja una economía que continúa enfrentando desafíos importantes, a pesar de haber registrado un incremento mensual desestacionalizado del 0,9%. Este dato, aunque positivo, debe ser analizado en el contexto de una caída acumulada anual del -2,5%, lo que evidencia que la economía aún no logra recuperar niveles sostenibles de actividad", comentó Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).

 

"Aunque el crecimiento mensual es alentador y marca claramente que lo peor ya pasó, la economía argentina sigue marcada por debilidades estructurales, como la contracción del consumo interno. De cara a 2025, el gobierno tendrá a favor la comparación estadística, pero es fundamental implementar políticas que incentiven la inversión productiva y generen un entorno más propicio para el comercio y la industria", añadió.

Por su parte, Eugenio Marí, economista jefe en la Fundación Libertad y Progreso (LyP), relató que, aunque con una dinámica diametralmente opuesta a la de ese momento, las proyecciones apuntan a que en 2025 la economía crecerá un 5,3%, lo que convertirá a este año como el primero desde 2017 en combinar simultáneamente crecimiento del producto bruto interno y baja de la inflación. 

"Bajo el escenario actual, Argentina se encamina a romper con el ciclo de estanflación en el que se encuentra desde el 2011. Para el 2026 se superaría el pico de actividad que se registró en el 2011. La clave para materializar este escenario será consolidar las reformas estructurales que se están llevando a cabo. Cada regulación ineficiente que se deroga, cada área superpuesta del Estado que se elimina y cada impuesto que se baja son recursos que vuelven al sector privado y que empujan el crédito, la inversión y la recuperación", agregó.