Juan Roô: "Vacunando mejor podemos producir un millón de toneladas más de carne vacuna"
La compañía enfocada en diagnóstico y prevención en sanidad animal, produce vacunas contra la aftosa, brucelosis y rabia, entre otras. Exporta a 50 países y busca ampliar mercados. Está invirtiendo US$80 millones en su tercera planta.

Recién llegado al país, tras una gira de negocios que lo llevó a visitar Seúl y Estambul, Juan Roô, gerente General del Laboratorio CDV, detalló los últimos desarrollos de la compañía, los planes de expansión de exportaciones a nuevos mercados, y cuál es la estrategia de crecimiento para los próximos años.

En Corea del Sur y Turquía mantuvo encuentros con autoridades sanitarias para hacer el seguimiento de los procesos de aprobación y registro de productos, que dependiendo de los países son trámites muy exigentes que pueden tomar entre cinco y diez años, así como reuniones con distribuidores para los mercados de todo el sudeste asiático -sin contar China- y Medio Oriente en el caso de Turquía, especialmente para los países musulmanes.

El laboratorio CDV está especializado en productos biológicos para la sanidad animal, focalizado en la prevención en especies exportables y con destino productivo (bovinos, ovinos, caprinos, aviar, porcinos, salmones) y también mascotas.

En la actualidad es líder en la producción de vacuna antiaftosa, vacunas reproductivas y respiratorias, así como la prevención de carbunclo, brucella y rabia, entre otras. Con estos productos la empresa llega a medio centenar de países, pero el objetivo es incrementar los mercados de exportación.

Tecnología de punta

Juan Roô está convencido que en Argentina se fabrican productos de excelente calidad, de los más confiables y eficaces a nivel mundial y con la trazabilidad requerida por el mercado, incluida la estratégica vacuna contra la aftosa, clave para que los productos de la industria cárnica puedan entrar a los mercados más exigentes.

La vacuna contra la aftosa es "ultra eficiente, con potencias por encima del 95 o 97% y la composición más completa del mundo, con cuatro cepas, para los requerimientos de esta región", señala Roô.

En el país hay sólo dos fabricantes de estas vacunas, Biogénesis y Laboratorio CDV, que captura un 30% del mercado, pero además produce la vacuna antiaftosa para la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que las comercializa con su nombre entre sus socios.

El empresario explica que el país tiene una tasa de destete de 63 terneros por cada 100 vacas, pero en el mundo desarrollado llega hasta 90, con lo que hay mucho margen para crecer.

El problema en Argentina no es económico, considerando que la vacuna tiene un costo de apenas $1100 por animal (sin el valor de la aplicación), y tampoco hay trabas de acceso a los productos o calidad, dado que el país produce la vacuna y está hoy en la frontera tecnológica. Para Roô sólo optimizando el plan vacunal de línea los resultados podrían ser muy superiores.

"Sobre 22 millones de vacas que preñamos cada año, sacamos 14 millones de terneros, pero podríamos sacar 7 millones más. Eso te da un millón de toneladas de carne exportable o para consumo interno, con el mismo stock ganadero", asegura Juan Roô.

Inversiones millonarias

A punto de cumplir 40 años de vida en enero próximo el Centro Diagnóstico Veterinario (CDV) cuenta hoy con dos plantas operativas -unos 8000 m2 entre las dos- y una tercera en construcción, con una inversión de 80 millones de dólares, que estará terminada en el segundo trimestre de 2025.

Una recorrida por la obra permite apreciar la envergadura del proyecto. La planta 3 tendrá 12.000 metros cuadrados, está siendo construida con la más alta tecnología, paneles de mampostería especiales traídos desde Italia, equipamiento de última generación e incorporando desde el inicio de la obra criterios de eficiencia energética.

Esta semana CDV y Genneia, empresa líder en energías renovables en el país, firmaron un convenio para abastecer el 80% de la demanda energética de sus tres plantas con energías eólica y solar durante siete años.

Cuando esté finalizada la tercera planta serán en total 20.000 metros cuadrados localizados en el Parque Industrial Pilar. Es el primer laboratorio dedicado a sanidad animal que incorpora el concepto de sustentabilidad.

En la actualidad la planta 2 (con nivel Bioseguridad 4) está dedicada exclusivamente a la producción de vacunas antiaftosa. El proyecto comenzó en 2016 y tras su construcción que demandó 40 millones de dólares, la planta comenzó a fabricar en 2018, con una producción anual de 40 millones de dosis.

La visita a la planta de aftosa permite constatar el sofisticado proceso de producción, el nivel tecnológico y la innovación en los que se basa la producción, controles extremos de bioseguridad y pruebas de eficacia muy exigentes, que aseguran el estatus sanitario. Las realiza en forma periódica el Senasa, la autoridad nacional en la materia, y también los organismos equivalentes de los países importadores, que deben aprobar las plantas y certificar la calidad de la producción.

En la planta 1 se producen el resto de las vacunas, salvo aftosa, pero cuando esté finalizada la planta 3, se transferirá ahí la producción de vacunas para bovinos, ovinos y caprinos además de la administración general de la compañía, mientras que en planta 1 quedará la producción de vacunas para salmones, cerdos, aves y mascotas.

El proyecto de planta 3 está pensado para que cumpla con los requisitos de World Class Manufacturing. La obra que comenzó en octubre de 2023, en plena campaña electoral y en medio de la incertidumbre de ese momento, y estará finalizada entre marzo y abril de 2025.

Luego quedarán los plazos de aprobación, certificación y transferencia de los procesos de producción, para comenzar a producir en agosto o septiembre de 2025.

Los próximos pasos

"El proyecto busca que no solo sea la planta más moderna y de las más grandes del mundo, sino que además busca la certificación más alta que existe a nivel mundial que se llama PIC/S. Es un estándar nivel farma humana. No existe planta en Sudamérica que cumpla con PIC/S en veterinaria, en humanos sí", explica Juan Roô.

Consultado sobre los desafíos de la compañía para el corto y mediano plazo, el empresario explica que están trabajando en el desarrollo de más de 30 nuevas vacunas para distintas especies, en tanto que el plan de expansión se orienta a los mercados donde está la mayor demanda y con crecimiento más sólido, con foco en Asia.

"Para 2027/2028 CDV tiene dos objetivos muy grandes, uno es estar en el top 20 mundial de facturación. Para eso hay que sobrepasar los 200 millones de dólares, aunque tenemos un contrapeso importante y es que CDV no produce fármacos, otros laboratorios tienen vacunas y fármacos", anticipa Roô. El otro desafío es abarcar todas las especies veterinarias: aves, cerdos, bovinos, ovinos, caprinos, salmones y animales de compañía.

Pero para lograr ese objetivo la macro también juega. Ampliando la óptica, el titular del Laboratorio CDV consideró que "el primer el gran desafío es que el país se ordene. Estamos haciendo un montón de cosas que no se habían hecho y ése es el camino. El paso siguiente es reducir la carga impositiva y que las cosas pueden fluir, el levantamiento del cepo y que no tengamos sobresaltos cambiarios, ni restricciones a las exportaciones".

Y remata: "Si el país se ordena, no sólo macroeconómica sino a nivel institucional, que creo que va en ese camino, para los que producimos va a ser fantástico", se entusiasma.