El Banco de Pagos Internacionales (BPI), conocido como "el banco de los bancos centrales", reunió a algunas de las instituciones financieras más grandes e importantes del mundo, así como a ciertas compañías de tarjetas de crédito, para lanzar un proyecto basado en la tecnología blockchain que potencie los pagos transfronterizos a nivel global.
Se trata de la iniciativa "Agora" lanzada en mayo, a la que se unieron gigantes como JP Morgan, UBS, Deutsche Bank, Visa, Mastercard y otras 36 empresas del más alto nivel que colaborarán con siete bancos centrales de jurisdicciones como Estados Unidos, la eurozona, Japón e Inglaterra.
Con Agora, el BIS está investigando la posibilidad de crear una plataforma internacional donde se puedan comprar y vender activos tokenizados mediante monedas digitales respaldadas por los bancos centrales que emiten las principales divisas de reserva del mundo.
En este libro de contabilidad unificado, los inversores podrán realizar transacciones transfronterizas usando dinero de los bancos centrales, prácticamente sin riesgos. En comparación, en la actualidad, el único dinero que ofrece un nivel de seguridad similar es el efectivo, que aún no tiene una forma digital.
"Dado el alto nivel de interés en el proyecto Agora y su gran escala, el BPI decidió trabajar con el Instituto de Finanzas Internacionales para convocar a los participantes del sector privado", comentó el líder del proyecto, Morten Bech. "Esta colaboración fue muy útil para poder completar el proceso de selección e incorporación de manera oportuna", agregó.
A día de hoy, Agora es el proyecto más grande y complejo de todos los que buscan mejorar el sistema financiero mundial en términos de alcance geográfico y números de participantes. De acuerdo al BPI, "tiene el potencial de sentar las bases para una nueva infraestructura regulada del mercado financiero que facilite los pagos transfronterizos".