El 2022 está siendo un año realmente difícil para los inversores, tanto de renta variable como de renta fija, ya que las acciones acumulan una baja de alrededor del 20% y los bonos se desplomaron más de un 15%. Sin embargo, para JP Morgan, este escenario está creando atractivas oportunidades de inversión de largo plazo.
"Las oportunidades de inversión a largo plazo con capital para desplegar son las mejores que hemos visto desde 2010”, detalló el banco de inversión en una nota para sus clientes. Posteriormente, los especialistas a cargo del reporte ejemplificaron con el caso de una clásica cartera 60/40, compuesta por un 60% de acciones y un 40% de bonos.
“Nuestro rendimiento anual previsto para una cartera de acciones y bonos 60/40 durante los próximos 10 a 15 años salta del 4,30% el año pasado al 7,20%. En los últimos 25 años, la rentabilidad a 10 años de esta cartera promedió el 6,10%", explicaron.
Para David Kelly, estratega jefe de JP Morgan y uno de los responsables del reporte, no existe razón para abandonar una cartera 60/40 o similar, ya que resulta importante entender que “el 2022 ha sido un año históricamente anormal", gracias en gran parte al aumento persistente de la inflación y la lucha por controlarla.
“En el futuro, hay buenas razones para creer que la inflación puede controlarse y que se confirmarán las perspectivas tradicionales sobre las correlaciones de acciones y bonos, lo que significa que 60/40 sigue siendo un buen enfoque”, sostuvo el ejecutivo.
“A pesar de los desafíos cíclicos a corto plazo, nuestros pronósticos de inflación se mueven solo modestamente hacia arriba, ya que vemos que la inflación se enfría cerca de los objetivos del banco central”, dijo.
“Si bien los puntos de entrada son más atractivos que hace un año, podrían volverse aún más atractivos si la debilidad cíclica de 2022 se extiende hasta 2023, como parece probable”, reveló, haciendo referencia a los bajos precios que alcanzaron los activos financieros.
Posteriormente, destacó que la caída de los bonos se debió a la suba de tasas de interés, no a algún tipo de debilidad clave en el mercado de renta fija en sí.
En relación a la suba de precios de la economía real, mencionó que ven “fuertes razones para creer que el actual aumento de la inflación, aunque más duradero de lo que muchos esperaban el año pasado, no será permanente, aunque solo sea por la determinación demostrada de los bancos centrales cuando se trata de controlar la inflación”.
En este marco, indicó: “Nuestro pronóstico optimista a largo plazo asume que los banqueros centrales clave, como el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, deben ser tomados en serio, lo que significa que harán lo que sea necesario para controlar la inflación”.
No obstante, David Kelly especificó que los supuestos básicos de diversificación de una cartera 60/40 siguen siendo válidos, por lo que a largo plazo tanto acciones como bonos deberían permanecer correlacionados inversamente, protegiendo al inversor.