"Tenemos tres objetivos en política energética. Primero, que la Argentina esté entre los 20 países que más exportan en el mundo. Segundo, tener un costo energético interno entre los 10 más competitivos del mundo. Y, por último, ser parte de la mesa de transición energética para defender nuestros intereses y desarrollar el hidrógeno a largo plazo". Las pautas de Javier Iguacel quedan claras desde el principio. El ex secretario de Energía de Mauricio Macri que hoy oficia como intendente de Capitán Sarmiento y suena como posible presidente de YPF o titular de la cartera energética en una presidencia de Patricia Bullrich, marca sus objetivos y no esquiva ningún tema.
En una entrevista con Forbes, hasta se anima a reconocer iniciativas positivas del kirchnerismo y, a diferencia de la llegada de Cambiemos al poder en 2015, advierte: "no habrá una lluvia de inversiones, va a costar generar credibilidad".
¿Cuáles son los problemas más urgentes a tratar del sistema energético?
Hay principales factores en los que tenemos que trabajar son el ordenamiento de la macroeconomía, la eliminación del cepo, dar libertad para exportar y normalizar el sistema tarifario. Con un sistema de precios regulados que incluso regula el precio del dólar, es imposible ordenar y hacer funcionar a todo su potencial la energía. Tenemos la oportunidad histórica de dejar de hablar de soberanía energética y de autosuficiencia, que fue nuestro paradigma hasta ahora con la administración de la escasez, para convertirnos en proveedores mundiales de energía. Para eso tiene que estar ordenada la macroeconomía, no puede haber cepo, tenemos que tener libertad de exportar, de importar, de trabajar y un acomodamiento de los precios a los precios internacionales.
¿Qué proponen para fomentar la exportación? ¿Hay que hacer un cambio de normativa?
No hacen falta nuevas leyes, pero sí derogar los decretos que regulan, por ejemplo, el barril criollo y todas estas deformaciones. La ley de hidrocarburos permite un régimen de exportación en libertad como lo tuvimos en algún momento, pero que quede más explícito en la ley sería ideal. Por ejemplo, en las exportaciones de gas se tuvo en cuenta en el proyecto de ley de LNG y estamos de acuerdo en que pase esa ley que fue presentada por este gobierno. No porque la haya hecho este gobierno le vamos a decir que no, estamos de acuerdo en aceptarla y se lo hemos dicho y si se mueve y la quieren aprobar bienvenido sea con algunas modificaciones que hemos hecho, pero que son menores.
¿Qué propuesta tienen para que la quita de subsidios en tarifas no sea tan dolorosa para la población?
Golpea fuerte porque en realidad lo que está diezmado es el ingreso de la gente. Antes del 2003, nadie hablaba de la factura de energía. Nuestra propuesta es subsidiar la demanda con una tarjeta que te permita pagar la factura de gas o de luz y vos elegís. Y, por otro lado, amortiguar lo que es hoy todavía un excedente de precio respecto del costo que podría tener un sistema eficiente. Hoy la energía eléctrica está en 70 o 75 dólares el MWh y se puede bajar relativamente rápido a 60 o 65 con el gasoducto e incluso a 50 dólares el MWh. Entonces, queremos que el consumidor pague esos 50 dólares y no 70 porque eso es un problema de haber hecho malas políticas energéticas. Así que estamos estudiando algún mecanismo para compensar esa diferencia que no es responsabilidad del consumidor.
¿Y eso se cubriría parcialmente con subsidios hasta que el sistema tienda esa baja de costo?
Exactamente, que es una baja que genera mejores precios para el consumidor y más rentabilidad para el sistema y más reinversión. Hay una transición que estamos estudiando cómo hacerlo, que tenga un impacto bajo para lo que les cuesta mucho pagar.
Y la ley de zonas frías, que también fue muy cuestionada por el sector, ¿piensan revisarla?
Sin dudas. Es un subsidio injusto para toda la Argentina. Es cierto que hace más frío y es cierto que gastás más energía, pero también es cierto que en promedio el sueldo es tres veces superior en la zona fría de la Patagonia respecto de los ingresos del resto de la Argentina, justamente porque es más difícil de vivir. Entonces es doblemente injusto que el salario medio se triplica o se duplica y encima tiene subsidios, es injusto para el resto del sistema. En todo caso los gobiernos provinciales tienen que estudiar para los sectores vulnerables, donde sí podemos discutirlo.
¿Qué piensan hacer con YPF?
Creemos que tiene que quedar con la estructura accionaria que tiene hoy, que fue la estructura accionaria que más éxito le dio a YPF con liderazgos como el de Estenssoro que, en su momento, la pusieron entre las diez petroleras del mundo. Nuestro objetivo es que vuelva a ocupar ese lugar para llevar al país a ser un proveedor mundial de energía. Es decir, no tiene que hacer todo, tiene que elegir bien sus negocios y su negocio es la energía. Ahí tiene que haber sociedades con otras empresas, como lo ha hecho con todos los gobiernos, incluso en el kirchnerismo con Petronas o Chevron. Eso hay que multiplicarlo.
¿Qué te parece el actual CEO Pablo Iuliano?
Me parece el mejor CEO que podría tener este gobierno. Es un tipo de carrera, que estuvo en YPF, después estuvo en otra empresa, volvió, sabe del Upstream. Quizás no es del mundo de los negocios de la energía, pero es un tipo que viene del palo, así que no me parece que sea malo, como tampoco me pareció que haya hecho una mala gestión el anterior, Affronti. Pero bueno, lo que pasa es que el CEO sí es cierto que al tener un directorio que tiene algunos políticos es bueno que entienda también la política. Lo que me parece es que ha sido exitosa YPF cuando era conducida en su presidencia y su gerencia general o su CEO unificado como puede ser tanto Estenssoro o mismo Miguel Galuccio cuando estuvo en el gobierno de Cristina. Mi visión es que el management tiene que ser gente que conozca y entienda el negocio y hay sacar a los políticos que han metido.
Cuando decías que no se tiene que dedicar a todo, ¿te referís a las nuevas unidades de negocio como YPF Litio?
En el caso del litio, si querés ser más específico, la industrialización de litio no tiene nada que ver con ninguna compañía energética. Una compañía petrolera puede asemejarse a una compañía minera, de hecho, hay compañías petroleras mineras. Trabajan geólogos, ingenieros, la lógica de la minería tiene cierta relación con la lógica petrolera. Ahora, la lógica de la transformación industrial hay un montón que lo pueden hacer y vos ves el capital y es finito. Hay que usar ese capital inteligentemente y la capacidad de YPF es hacerlo en producción de energía.
¿Qué sucederá con el precio de los combustibles que hoy está congelado a partir de un barril criollo?
Barril criollo no va a haber más, es perjudicial, terminamos en esta situación de saqueos e inflación de más del 100% por la lógica del barril criollo. Nosotros no creemos en nada que se parezca a la regulación de los precios porque después termina explotando. Está claro que Argentina tiene muchas ventajas competitivas en energía. Si vos te pasás a gas, por ejemplo, vas a ser tres o cuatro veces más barato que un gasoil sin barril criollo. Es decir, existe una alternativa disponible muy económica de baja inversión de capital que en competencia le permite a la economía o a los consumidores tener una alternativa barata que es rentable para el sistema y que permite la reinversión y la exportación.
¿La idea es impulsar al gas por encima de la electromovilidad?
Sin duda. Argentina tiene que estar entre los 10 países con energía más económica del mundo. Entonces, el gas, siendo nuestra matriz principal y el combustible de la transición, tiene que ser nuestro caballito de batalla. Para el transporte pesado, el micro LNG, el LNG, da mucha libertad. En ese mercado hay empresas, pymes, montón de gente que lo puede hacer muy rápido. Así que eso lo vamos a promover porque, de vuelta, es un beneficio enorme para la gente, te pasás a gas y te ahorrás una torta de plata.
Respecto a la exportación regional de gas, más allá de los proyectos de GNL, ¿ustedes tienen priorizado algún proyecto en particular en llegar a Brasil?
Ir con el gas neuquino al norte argentino y a Bolivia para llegar a Brasil es una buena idea. Escuché también una idea de poner un polo petroquímico, sobre todo fertilizantes, en Córdoba aprovechando parte del gas que después va por ese gasoducto al norte por el centro-oeste, también es una muy buena idea, imaginate que el costo del fertilizante en la zona núcleo (Córdoba, Santa Fe, norte de la provincia de Buenos Aires) sería solamente por el ahorro de transporte desde los puertos y donde se produce hoy o se importa sería un golazo y después el gas sigue. O sea que hay mil buenas ideas que pueden progresar.
Otra de las urgencias en el sistema energético es la falta de capacidad de transporte eléctrico que te pone un limitante muy serio a la hora de incorporar renovables. ¿Qué plan tienen pensado en ese sentido?
Es un buen punto porque lo mismo nos va a pasar con la infraestructura de gas que falta todavía, que es la terminación del gasoducto Neuba III de Salliqueló hasta el sur de Santa Fe, y el transporte eléctrico. ¿Por qué digo que es un problema que enfrentar? Porque lluvia de inversiones, credibilidad, la Argentina no la va a tener al principio. Inyección así en grandes proyectos va a ser difícil, así que ahí tenemos que tener creatividad para, por lo menos, esos dos proyectos financiarlos. Y ahí estamos escuchando opciones de la propia industria de cómo se puede hacer con garantías que sean suficientes para que esas obras se hagan. Por lo menos los primeros 4 o 6 años hasta que el sistema empiece a funcionar. Me encantaría decirte: 'listo, hacemos todo con iniciativa privada', pero la verdad que veo muy difícil que eso.
¿Qué prioridad le darían a cada tipo de tecnología a la hora de ampliar el parque generador?
Respecto del nuclear, Argentina está desarrollando el CAREM y lo que vamos a hacer es seguir haciendo eso. Más plantas nucleares con una deuda de un costo enorme no vamos a alentar. Sí el desarrollo tecnológico y algún proyecto como el de CAREM porque nos da conocimiento, tecnología exportable y ya está muy avanzado. Respecto de las concesiones hidroeléctricas, tenemos que encontrar un sistema que funcione, no podemos dejar eso en manos de burócratas ni de políticos. Las centrales tienen que funcionar de mano de profesionales. Y si amortizando el capital son competitivas contra las termoeléctricas o las solares y teniendo en cuenta también el valor agregado que generan por el riego, le vamos a dar para adelante. ¿Por qué? Porque es una molécula más de gas o de petróleo que no se quema y se puede exportar, la misma lógica que las eólicas. Y es todo capital local, no tenés que importar prácticamente nada, todo se hace acá, es fomentar el desarrollo argentino, así que lo vamos a impulsar.
¿Consideran que la normalización tarifaria será incentivo suficiente para promover el crecimiento de la generación distribuida?
A los precios mayoristas de la energía del GUDI, hoy mi cuenta es que es rentable. Y los grandes usuarios son un 20% o 15% de toda la demanda. Hay industrias que no lo pueden hacer y es un valor importante. Y para los residenciales, lo que sí se podría generar, que lo estamos estudiando, es un sistema de créditos que lo pueda ofrecer el propio distribuidor. Hoy con tarifa plena parece cerrar ese acuerdo, más sin cepo.