El mundo cripto gana cada vez más mercado. Tanto así que una nueva tendencia comienza a ganar la atención entre emprendedores y artistas innovadores: el criptoarte, una categoría de arte relacionada con la tecnología blockchain. Esta tecnología es una cadena de bloques cifrados y descentralizados que no dependen del control de terceros, sino del manejo de los propios usuarios o, en verdad, de bloques de esa cadena.
A través de estos bloques de máxima seguridad existe un intercambio. En el caso de las criptomonedas, por caso, es económico y en el del criptoarte se da a través de la adquisición de una autoría entre dos personas.
En este sentido, acaba de cortar cintas -virtualmente, hablando- el MALa, el primer museo de criptoarte latinoamericano. Este espacio alberga sus obras en NFT en distintas tiendas, donde un centenar de artistas de la región ofrecen sus creaciones exclusivas.
De qué se trata
Las galerías digitales, en lugar de colgar cuadros, albergan token no fungible (NFTs). Un token es un bien digital, mientras que no fungible se refiere a que es único, indivisible, irremplazable y que tiene la capacidad para probar su escasez. "Es como si, hablando de obras de arte tradicionales y análogas, se adquiriera la pintura original y no una litografía o una copia", explican desde el MALa.
La idea de crear un museo de criptoarte latinoamericano fue generada por cuatro emprendedores, dos argentinos y dos peruanos. "Surgió en una charla en la que hablábamos de nuevas plataformas de contenido NFT, de la falta de inclusión y, sobre todo, de la imperiosa necesidad de visibilización de obras de artistas latinos", comparte a Forbes Juan Pablo Papaleo, uno de los socios detrás del MALa, además de CEO y cofundador de la consultora Tibet Latam.
Para lanzar el MALa se requirió de una inversión de US$ 15.000 destinada al desarrollo y a subir las obras a las galerías (para ello se debe abonar un fee, que es costeado en su totalidad por el mismo museo para que ningún artista tenga que invertir dinero), además de un intenso trabajo de curaduría, dado que se seleccionaron 100 artistas digitales de entre 1000.
Papaleo, también cofundador de la ONG SomosMiles y socio de la cadena hotelera Nomad Perú, entre otros emprendimientos, conocía a sus socios, Carlos Kong, Christopher Ramos y Lucas E. Doi, desde hacía casi una década, dado que venían generando juntos proyectos y startups relacionadas a la comunicación, el arte, las nuevas tecnologías y el mundo cripto. Actualmente, de hecho, se encuentran desarrollando una nueva plataforma enfocada en emprendimientos inhouse.
Coleccionismo del futuro
Los NFT son los nuevos fetiches de los coleccionistas, dado que están basados en la tecnología de blockchain y pueden ser casi cualquier naturaleza digital, como un dibujo, música, un meme, un tuit o un video. Asimismo, tienen un valor de especulación económica, dado que se espera que su precio aumente a futuro.
"No hay que confundir a los NFT con una criptomoneda, ya que, a diferencia de los tokens no fungibles, una criptomoneda sí puede ser cambiada por otra exactamente igual. Por ejemplo, si compramos un Bitcoin y lo vendemos, podemos comprar otro y va a tener exactamente el mismo valor. En cambio, los NFT pueden ser casi cualquier cosa digital, como un dibujo o un video", explica a Papaleo.
El MALa exhibe sus colecciones de NFT en la plataforma OpenSea y es el único museo de arte latino que combina la tendencia artística-comercial de la compra y venta de obras de arte y la tendencia mundial cripto, generando un modelo en el que tanto el artista que vende como el coleccionista que compra y vende ganan dinero de forma escalonada exponencialmente.
"El objetivo principal del museo es generar un espacio artístico-digital en el cual los artistas más talentosos de Latinoamérica tengan acceso a un nivel de exposición que esté a la altura de las grandes galerías digitales en la que hoy prevalecen artistas de otras regiones."
MALa conecta a los artistas, en constante evolución, con los principales coleccionistas del mundo. Si bien hoy es un museo 100% digital, los socios planean abrir salas físicas alrededor del mundo en 2022, las cuales constarán de pantallas led en las que se proyectarán las obras digitales, combinando exhibiciones de obras con realidad aumentada y experiencias inmersivas.
"Actualmente el MALa es una entidad 100% independiente, pero no descartamos posibles ventures o acuerdos con otros museos del mundo", concluye Papaleo.