Invertir en el contexto económico actual: las diez preguntas que debés hacerte antes de tomar una decisión
La primera pregunta que debés hacerte, que sin dudas es la más importante, es cuánto estás dispuesto a invertir. Para ello, es fundamental que tengas en claro cuáles son tus ingresos fijos y recurrentes mensuales (es decir no los esporádicos o especiales que puedas tener) y tus gastos mensuales (tanto los fijos como los variables)

La economía argentina está viviendo momentos de mucha volatilidad. La inflación está en niveles récord, y si bien en enero bajó más de cinco puntos porcentuales respecto de la diciembre (de 25,5% pasó a 20,6%), se espera que el índice de precios de febrero ronde entre el 15% al 18% según consultoras privadas. A esto hay que sumarle que los sueldos no han aumentado de la misma manera y la caída del poder adquisitivo es una realidad casi para todos los empleados en relación de dependencia y lo es, mucho más fuerte, para los trabajadores informales.

En esta volatilidad el valor del dólar se está manteniendo estable en torno a los $ 1.100. Durante los primeros días de febrero se corrió fuerte el rumor de que habría otra fuerte devaluación, como la de diciembre, pero el propio Javier Milei salió a desmentir esa información.

 

Como contracara, y como punto a favor, el Gobierno ha logrado, en estos primeros meses de gobierno, engrosar las reservas del Banco Central comprando casi US$ 8.000 millones, lo que llevó las reservas a casi US$  27 mil millones. A esto hay que sumarle que, desde mediados de marzo, se espera una cosecha récord, lo que repercutiría más que favorablemente en las reservas.

En todo este contexto volátil macroeconómico hay un tema que es central que es la microeconomía o, para decirlo de otra manera, la economía de cada persona. Es por ello que desde Simplestate, startup de inversiones en Real Estate, se comparten las 10 preguntas que hay que hacerse para invertir (y no perder, y tratar de ganar) en este contexto económico.

 

¿Cuánto estoy dispuesto a invertir?

La primera pregunta que debés hacerte, que sin dudas es la más importante, es cuánto estás dispuesto a invertir. Para ello, es fundamental que tengas en claro cuáles son tus ingresos fijos y recurrentes mensuales (es decir no los esporádicos o especiales que puedas tener) y tus gastos mensuales (tanto los fijos como los variables). En función a eso es que vas a tener que decidir cuánto querés invertir.

Lo mejor en estos tiempos inflacionarios es hacerlo en porcentajes. Y acá es donde debés decir otra cosa importante. ¿El porcentaje que elijas -imaginemos un 10%- será de tus ingresos o de la diferencia entre tus ingresos y sus egresos?

Esta pregunta es crucial. Si optas por seguir el primer camino y destinar un porcentaje de tus ingresos, ese valor debería mantenerse en el tiempo, y no debería verse afectado por tus gastos. Esto es recomendable hacerlo si no estás apretado todos los meses. En cambio, si solés llegar medio justo a fin de mes, lo mejor es que luego de pagar todo, destines un porcentaje de lo que quedó, para realizar una inversión.

El porcentaje lo debés definir vos. Para comenzar, mínimo un 10% y máximo un 20%.

 

¿Cada cuánto voy a invertir?

Una vez que tenés en claro el porcentaje que vas a invertir (ya sea de tus ingresos o de lo que te queda luego de pagar todo) debés definir cada cuánto vas a invertir. ¿Lo harás todos los meses, cada dos meses o “cada tanto"?

Esto también es clave porque te irá dando una perspectiva y una “rutina inversora”, y ya sabrás cada cuánto tiempo tenés que destinar qué porcentaje para realizar una inversión.

¿Qué riesgo estoy dispuesto a asumir?

Si está en este listado de preguntas es porque es importante. Y cómo no! ¿Sos un inversor cauto, estándar o impulsivo? ¿Te informás mucho antes de hacer una inversión o el comentario de un amigo ya te alcanza para querer poner todo tu dinero en algo?

En general, las entidades bancarias tienen en sus páginas web un test para que puedas saber cuál es tu perfil inversor y, en función de ese perfil es que te recomendarán en qué invertir: bonos, acciones, plazos fijos, fondos comunes de inversión, criptomonedas, etc.

 

¿Para qué estoy invirtiendo?

Este punto hace referencia al motivo que te está llevando a invertir. En Argentina, en el actual contexto, dejar una semana pesos parados en tu cuenta bancaria o en tu colchón es perder plata. Mucha plata. Entonces, por empezar, el primer objetivo por el que hay que invertir en nuestro país es para que nuestro dinero no pierda valor, o si lo hace, sea el menor posible.

En cambio, si tu objetivo es otro (irte de vacaciones, comprarte un auto, mudarte a un departamento más grande o tener más plata cuando te jubiles), de eso dependerá el tipo de inversión que harás y el plazo en el que invertirás.

¿Con qué plazo voy a invertir?

¿Corto, mediano o largo plazo? Esta decisión está totalmente relacionada con el punto anterior. Sin embargo, en el mercado hay propuestas que te permiten pensar en el largo plazo pero sin descuidar el corto plazo.

Una de las más relevantes es la inversión llamada “Renta Mensual” de Simplestate, que te permite generar ingresos pasivos en dólares y con una tasa de hasta un 8% mensual invirtiendo pesos. De esta manera, no sólo se gana a la inflación, sino que además estarías dolarizando tu cartera de inversiones, ya que la ganancia de tu inversión se recibe mensualmente en dólares y proviene del proporcional alquiler del proyecto elegido durante el plazo de inversión. De esta manera, tenés una renta en el corto plazo (mensual), pero con proyección a largo plazo (dólares en tu cartera).

 

Pero, si querés una inversión a largo plazo, para ello está la inversión “renta final”, que te ofrece una alternativa de ahorro en dólares para poner tu dinero a trabajar por un plazo mínimo de 24 meses y vas a recibir el dinero invertido más la ganancia al finalizar el plazo.

¿Voy a reinivertir lo que gane o no?

Salvo que necesites el dinero proveniente de tu inversión, lo recomendable siempre es reinvertir lo que se ganó. Esto es lo que se suele llamar inversión compuesta, ya que la renta obtenida siempre está en constante inversión, lo que va aumentando tu caudal de dinero invertido mes a mes.

Ojo: este monto no tiene que ser contemplado como parte de la inversión mensual de la que hablamos en el punto 1. No hagas trampa.  

¿Qué inflación espero para los próximos meses?

Otro aspecto a tener en cuenta en el actual contexto económico es la proyección que vos crees (basado en los análisis y medios de comunicación que consumas) que tendrá el índice de precios. No es lo mismo que vos creas que la inflación irá descendiendo y que pronto será de un dígito mensual a que consideres que seguiremos en dos dígitos durante varios meses. Según tu creencia, y en función de los puntos anteriores (plazo de inversión, nivel de riesgo, etc.) es la diversificación de inversiones que deberías hacer.

 

¿Qué creo que pasará con mis ingresos y mis gastos en el corto plazo?

No es fácil hacer una proyección de lo que le pasará a uno durante el año, pero no por eso hay que dejar de hacerla. En este sentido, es fundamental que analices cuál creés que será tu nivel de ingresos durante el año (tanto los mensuales como alguno extraordinario que puedas hacer), como así también qué nivel de gastos vas a tener y si podés recortar alguno que consideres inútil.

¿Tus ingresos aumentarán como la inflación porque tenés un trabajo estable? ¿Qué pasó en 2023 entre la inflación anual y tus ingresos? Estas preguntas pueden ayudarte.

¿Cuándo voy a empezar a invertir?

Cuando planificamos un viaje sabemos qué día vamos a empezar y cuándo vamos a volver, y en función de eso organizamos nuestro recorrido. Con las inversiones debería ser lo mismo. ¿Vas a empezar a invertir el próximo mes o recién en junio? ¿Voy a hacerlo ahora o esperaré a que el contexto se “normalice?

Estas preguntas también hacen al perfil inversor que tengas y si bien no hay una recomendación, lo que si debés tener en cuenta, como ya dijimos, es que cada día que pasa tu dinero paralizado en tu cuenta o en tu casa, es dinero que se devalúa y podés comprar menos cosas. No deberías esperar (mucho).

 

¿Es normal querer invertir en contextos así?

La respuesta es sí. Aunque sientas que estás apretado para llegar a fin de mes, que la plata no alcanza y que todo sube, menos tu sueldo, es normal que estés pensando en invertir para recibir algún dinero “extra”.

Opciones para invertir hay muchas y dependerá de todos los puntos que vimos. La decisión la debés tomar vos y lo más importante es hacerlo en entidades o empresas confiables, con trayectoria y que te brinden tranquilidad y las respuestas a todas las preguntas que vos necesites hacer.