Las inversiones exitosas consisten en saber gestionar el riesgo, no en evitarlo. La frase es de Benjamin Graham, autor de El inversor inteligente, y puede aplicar para quienes se atrevan a buscar ganancias en los activos argentinos.
Castigados al extremo, los bonos soberanos locales pueden encerrar una gran oportunidad para inversores capaces de soportar volatilidad y espaldas para esperar. Los títulos argentinos ley local tienen rendimientos (TIR) cercanos al 30% anual en dólares, y los que están emitidos bajo ley extranjera rondan el 28%.
Pensando en un escenario favorable en el largo plazo, acciones y bonos soberanos en dólares de Argentina tienen upside -analiza Mariano Galarraga, gerente de Banca Privada de Banco Galicia-. Pero solo recomendaríamos asignar una porción acotada del portafolio a estos activos con el objetivo de incrementar el retorno potencial de la cartera.
En los últimos dos años el Merval medido en dólares osciló en un rango de US$ 300 a US$ 450. El acuerdo con el FMI funcionará como un catalizador positivo para volver a niveles prepandemia, de US$ 550 -analiza Pablo Haro, gerente de Banca Personal de Grupo SBS-. Para inversores que busquen maximizar retorno, nuestro fondo SBS Acciones Argentinas sobrepondera los sectores de utilities, materiales y energía con un enfoque fundamental basado en los balances.
Para un perfil de inversor agresivo -dice Diego Martínez Burzaco, Head de research de Inviu-, hay margen para tener entre un 30-35% de la cartera en acciones argentinas seleccionadas con mucho criterio. Las empresas ligadas al sector industrial y de la construcción como Ternium y Loma Negra pueden ser atractivas junto a algunos bancos.
Martín Przybylski, Head Portfolio Manager de Consultatio Asset Management, propone un mix entre activos extranjeros y locales: Para un inversor argentino, gran parte del portafolio -entre 80% y 90%- debería estar en activos de riesgo global, en índices como el S&P 500 y en ciertos papeles o sectores como tecnológicas, sector financiero y de energía. Para el 10% o 20% restante se puede armar una combinación de bonos globales argentinos y ciertas acciones bancarias (Galicia, Macro) y del sector de energía (Pampa, YPF, Vista) que podrían tener un buen recorrido.
Maximiliano Donzelli, jefe de Research en IOL invertironline, sugiere las acciones de Pampa Energía. Son una buena alternativa para aprovechar el buen momento de las compañías energéticas, dice.
Pedro Siaba Serrate, economista de PPI, apunta cuál es la cartera agresiva sugerida. Busca una mayor exposición a instrumentos más volátiles, pero de mayor upside potencial en caso de un escenario constructivo/ optimista hacia adelante -define-. Para ello incorporamos una posición de 30% en ON corporativas en dólares, 30% en bonos provinciales en dólares, otro 30% en títulos soberanos (15% en dólares + 15% en pesos) y un 10% en renta variable entre acciones y CEDEAR como MeLi y Vista.
Soledad Tortarolo, gerente de Research Renta Fija de Allaria Ledesma, recomienda el bono corporativo (ON) hard dolar de Tecpetrol. La renta fija, aunque de empresas argentinas, morigera o acota el riesgo porque le aporta cierta previsibilidad. Tecpetrol -cuenta- es la empresa mejor valuada en nuestro ranking y esa ON que vence en diciembre de este año rinde 7% anual. Creemos que no habrá problema con el cobro.
Donzelli suma alternativas de renta corporativa para este segmento: Dos activos a considerar que presentan una buena relación riesgo retorno son ON Pampa Energía 2023 (PTSTO) y ON IRSA 2023 (RPC2O). Y explica: Pampa Energía tiene fecha de vencimiento en julio del 2023 y un rendimiento del 6% anual. Su margen de beneficio ha ido mejorando desde el año pasado presentando resultados positivos y buena generación de caja. La ON de IRSA, con vencimiento en marzo de 2023, tiene un rendimiento del 8% anual.