Las inundaciones generaron en Bahía Blanca un sinfín de inconvenientes, y la industria quedó al margen de los efectos negativos. Dentro de este escenario, uno de los más complejos lo sufrió la energética TGS, encargada del suministro del servicio en la zona sur de la Argentina. Apenas se comenzaron a observar los primeros inconvenientes, el Ente Nacional Regulador de Gas (Enargas) decidió interrumpir el suministro de gas a industrias y grandes empresas por la salida de funcionamiento de la la Planta General Cerri, operada por la compañía, y que había quedado inutilizada por el temporal.
Por el momento no se conocen los tiempos que demandará la normalización del servicio, y la situación no solo no pasa desapercibida por los problemas obvios que afectan a la industria, sino también por la posibilidad de que el Gobierno se vea en la necesidad de importar combustible, de modo de que la actividad recupere su ritmo, una operación que no es barata y que implicaría un nivel de salida de dólares que no estaba en los planes.
"Si bien aún nos encontramos analizando la magnitud de los daños, y el tiempo de indisponibilidad que llevará la remediación y reparación, la Sociedad está arbitrando todos los medios a su alcance para mitigar los efectos del Evento, incluyendo la gestión de los seguros correspondientes", sostuvo TGS en un comunicado que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Además, precisó que el temporal "afectó totalmente la producción de líquidos y parcialmente el transporte público de gas natural".
En cambio, lo que no sufrió modificaciones es que clientes como hogares, hospitales, colegios y comercios se mantengan dentro del segmento calificado como "prioritario", por lo que tienen el servicio garantizado.
"Debido a las condiciones climáticas extremas en Bahía Blanca, la Planta General Cerri, operada por Transportadora de Gas del Sur S.A. (TGS), quedó fuera de servicio; esto generó una reducción en el suministro de gas natural", sostuvo el Enargas en un comunicado.
Medidas paliativas
Como parte de las medidas que se tomaron para mitigar los efectos negativos, el organismo dispuso, por un lado, cambiar la generación de electricidad de gas a combustibles líquidos, resguardando el abastecimiento eléctrico. Además, se restringió el suministro de gas a servicios que pueden ser interrumpidos, en aquellos casos en que esta medida resulte útil.
En el Complejo General Cerri se producen líquidos derivados del gas natural (etano, propano y butano) y se almacena parte de la producción. Cerca del 60% de la electricidad que se consume en la Argentina proviene de la generación térmica que funciona a combustible.
Mientras tanto, el Enargas continúa con el mismo proceso que se venía verificando desde que estalló el desastre, y monitorea la situación junto con la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía de la Nación, TGS y TGN (Transportadora Gas del Norte) para restablecer el suministro normal lo antes posible.