A partir del próximo viernes 8 de noviembre, Intel Corporation abandonará el histórico índice Dow Jones luego de 25 años de formar parte. En reemplazo, entrará Nvidia, la corporación tecnológica que se convirtió en la favorita de los inversores en los últimos años.
A diferencia del S&P 500 que pondera las compañías por valor de mercado, el promedio industrial Dow Jones, el primer índice bursátil de la historia, pondera las empresas por el precio de sus acciones.
Y en los últimos años, las acciones de Intel colapsaron hasta alcanzar un nivel de precios muy insignificante para el índice. En concreto, cayeron un 67% desde los US$ 70 del 2021 a los actuales US$ 22,5, aproximadamente. En consecuencia, el fabricante de chips perdió US$ 200.000 millones de capitalización bursátil.
La fuerte pérdida de valor no sólo se debió al crecimiento y consolidación de la competencia, sino también a las malas decisiones de gestión ejecutadas. Por estos motivos, Intel pasó de generar ingresos trimestrales por US$ 20.000 millones a facturar menos de US$ 13.000 millones. Además, su resultado final pasó de una ganancia de US$ 4.000 millones a una pérdida neta de US$ 2.000 millones, todo en sólo cuatro años.
En este contexto, el nombre de su marca dejó de tener tanta fuerza. Hace algunas décadas, Intel era sinónimo de "líder absoluto e indiscutible en la industria de microprocesadores", lo que dejaba a sus rivales como "pequeñas empresas que buscan sacarle una porción de mercado al rey". No obstante, hoy en día, la situación es casi al revés: los protagonistas son Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), Advanced Micro Devices (AMD) y la propia Nvidia.
Y S&P Dow Jones Indices fue consciente de la situación, por lo que decidió incluir a Nvidia en la popular métrica financiera por considerarla mejor representante del sector de los semiconductores, el cual se disparó en los últimos años por el auge de la inteligencia artificial (IA).