Por la inestabilidad económica y laboral y la creciente inflación, muchos argentinos buscan la forma de “poner a trabajar” sus pesos sobrantes para que el sueldo rinda algo más a fin de mes.
Afortunadamente, el mercado de capitales local ofrece diversas alternativas de inversión, cada una compatible con distintos objetivos y horizontes temporales.
Para Laura Pereyra, Agente Productora en Blend Inversiones, si el ahorrista tiene un horizonte de corto plazo, es decir, si apunta a que su exceso de dinero rinda unos días, una opción atractiva podría ser la caución bursátil.
Básicamente, la caución, conocida como “el plazo fijo de la bolsa”, es un vehículo de inversión al que se accede mediante un bróker y que permite colocar el capital desde 1 día a cambio de una tasa de interés (47% de TEA, aproximadamente).
Tal como comentó la especialista, no sirve para hacerle frente a la inflación, pero sí para obtener una tasa aceptable a muy corto plazo y con muy bajo riesgo.
Por su parte, Fernando Villar, asesor patrimonial en Bull Market Brokers, coincidió en que la caución podría ser una buena opción para el corto plazo y agregó que un fondo común de inversión (FCI) money market también serviría, ya que su suscripción es un procedimiento muy sencillo y útil para cuando las personas tienen que rentabilizar los tiempos muertos entre los diferentes gastos mensuales.
Además, indicó que, si ya se cuenta con algo más de capital acumulado, invertir en letras del Tesoro de corto plazo sería otra de las alternativas en pesos más redituables bajo estas circunstancias.
Por otra parte, si el plazo de inversión es de algunos meses y el ahorrista desea mantener lo máximo posible el poder adquisitivo, tendría que “asumir un poco más de riesgo” buscando una combinación de bonos en pesos atados al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) o a la tasa Badlar.
Si el perfil no es tan sofisticado, también es posible delegarle la administración del portafolio a un FCI que esté compuesto por estos activos. “Estos fondos están rindiendo todos por encima del 55% (llegando hasta 68%). Su riesgo está atado (como en 2018) al reperfilamiento o no pago de las deudas por parte del Gobierno nacional o provincial”, explicó Pereyra.
Asimismo, Villar recomendó echarle un ojo a los fondos que tratan de replicar el comportamiento del dólar MEP mediante algunas obligaciones negociables. “Uno entra y sale en pesos, pero tiene un fondo que va siguiendo la valuación de estas obligaciones negociables”, detalló el experto.
En tanto, si se busca invertir a largo plazo, la Agente Productora sostuvo que lo ideal “sería encontrar una combinación donde la cartera obtenga cobertura de instrumentos en dólares, como bonos corporativos de aceptable calificación crediticia, sumado a instrumentos hard dollar y una porción destinada a la evolución de la tasa en pesos que acompañe la inflación”.
Sea cual sea la situación del ahorrista, la asesora financiera remarcó que lo importante es que exista la posibilidad de “rápidamente darse vuelta” para poder rescatar la tenencia en pesos y así dolarizar si es necesario.