El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló que el índice de precios al consumidor (IPC) de abril de 2024 fue del 8,8%. Aunque su tendencia es bajista, ya que el pico de diciembre de 2023 fue de 25,5%, lo cierto es que todavía se encuentra en un nivel extremadamente alto.
Esta situación golpea duramente a los argentinos porque los sueldos no están avanzando al mismo ritmo. Pero, además, quienes cuentan con capacidad de ahorro y buscan proteger su patrimonio tampoco tienen fácil el camino. A diferencia de lo que sucede en otros países, en Argentina casi no hay alternativas de inversión que sigan la evolución de los precios, ni siquiera los Cedears.
En países mas desarrollados, las formas de cubrirse podrían ser bonos que ajusten por inflación del país en cuestión, empresas locales de consumo masivo que vendan productos de baja elasticidad ante cambios en los precios (como los de industrias relacionadas a la salud) o en muchos casos inmuebles, en donde el alquiler, o sea, el flujo futuro de este activo, se mueve junto a la inflación, comentó Alan Zuchovicki, director de la consultora financiera Finbez.
Sin embargo, el especialista aclaró que, localmente, la inflación a partir de cierto número tiene una correlación alta con variables como el riesgo país o relación negativa con variables como valuaciones de compañías. "Más que nada porque muestra inestabilidad, por lo tanto, aunque tengamos empresas que puedan ajustar sus ventas a la inflación, si esta se descontrola, seguramente suba el riesgo país y caigan los precios de todas las acciones de empresas argentinas o propiedades, relató.
Por otra parte, los bonos que ajustan por inflación, como los títulos CER, brindarían una gran cobertura en general, pero, de acuerdo a Zuchovicki, hay un problema: En Argentina, recordemos que se tocaron los números del INDEC y que somos modificadores de contratos por excelencia (defaulteadores), por lo que vivimos muchos momentos en los años anteriores donde, si bien la inflación tendía al alza, estos bonos caían por baja credibilidad de cobro, por ejemplo.
De todas formas, de cara al futuro, la situación podría normalizarse. El INDEC dio a conocer que la inflación mayorista ya se ubicó por debajo del 4% en abril y, según estimaciones privadas, la inflación general podría rondar el 4,5% para mayo.
Lo que estamos viviendo es el impacto de la destrucción del poder adquisitivo de nuestra moneda que gestó el anterior gobierno y que tarda tiempo en abarcar todos los precios de la economía. En la medida que pasan los meses, cada vez quedan menos bienes y servicios por reflejar el anterior desmanejo monetario, por lo que las variaciones del IPC tienden a ser menores, sostuvo Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso.
En este marco, los inversores argentinos podrían construir un portafolio a prueba de inflación sin demasiadas complicaciones, con la seguridad de que protegerán su capital de los vaivenes económicos.