Las tecnológicas más relevantes del mercado estadounidense, conocidas como los Siete Magníficos, sufrieron importantes caídas en el último mes. Sin embargo, todavía están “caras” contemplando las valuaciones actuales basadas en las proyecciones de beneficios futuros.
Apple ya cayó un 9,9%, mientras que Amazon se desplomó un 17%. En tanto, Microsoft retrocedió un 13% y Nvidia, un 22%. A su vez, las acciones de Tesla bajaron un 26% y las de Alphabet, un 15%. Por su parte, Meta cayó un 7%. De esta forma, el conjunto de compañías perdió alrededor de US$ 2 billones de valor.
Entre los motivos detrás de este comportamiento bajista, se destacó el miedo a que Estados Unidos efectivamente entre en una recesión por las altas tasas de interés, principalmente por los datos de empleo publicados la semana pasada. Además, hubo un “efecto contagio” generado por el mercado japonés que cayó fuertemente por la suba de tasas del país.
“Incluso después de esta reciente corrección del mercado, los grandes nombres tecnológicos siguen cotizando a valoraciones elevadas, y el escepticismo de los inversores en torno a las grandes apuestas en inteligencia artificial sigue creciendo”, comentó Nicole Tanenbaum, socia y estratega en Chequers Financial Management. "Se inició una rotación y los operadores fueron cautelosos a la hora de 'comprar en la caída' en estos niveles de valoración aún elevados, sin estar convencidos de que la liquidación haya terminado”, añadió.
Puntualmente, los ratios precio-beneficios futuros (forward PE en inglés) de la mayoría de estas empresas son algo superiores al promedio del mercado en general. Tesla se negocia a 63 veces las ganancias a doce meses; Apple y Amazon, a 29 veces; Nvidia cotiza a 28 veces y Microsoft, a 26. Asimismo, Meta vale 21 veces los beneficios estimados por los analistas y Alphabet, 19 veces. En comparación, todo el Nasdaq 100 tiene un múltiplo de 24 veces.
Por su parte, en diálogo con Yahoo Finance, James Demmert, director de Inversiones en Main Street Research, indicó que “los billones de dólares en efectivo depositados en los mercados monetarios son una de las señales más claras del escepticismo en este mercado”. “Para los inversores que sentían que el tren de la tecnología de IA había partido de la estación sin ellos, bueno, ahora retrocedió y está esperando que se suban a bordo”, agregó.