Para unos todo y para los otros nada. Así podría titularse el estruendoso anuncio que hizo el ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo, Sergio Massa, en la tarde de este lunes en relación al impuesto a las Ganancias.
El mínimo no imponible pasó de unos $700.000 mensuales a $1.770.00 brutos al mes, con vigencia ahora nomás, a partir del 1 de octubre, y en plena campaña electoral. Son los montos por encima de los cuales a los asalariados en relación de dependencia se les descuenta el tributo automáticamente.
Según el anuncio, con esta medida sólo pagarán el impuesto unas 90.000 personas con los sueldos más altos, CEOs, gerentes, directores de sociedades, puestos calificados, jubilaciones y pensiones de privilegio, así como cargos políticos, tomando de secretarios de Estado para arriba.
La decisión contempla así a quienes ganan hasta 15 Salarios Mínimos Vitales y Móviles al mes, y alcanzará al 0,88% de los trabajadores registrados, lo que podría llamar la crema de los asalariados formales. Hasta ahora, con el límite de $701.875 por mes tributaba el 7% de la masa salarial registrada.
Costo fiscal
Pero no está exenta de un elevado costo fiscal, que el propio Ministerio de Economía calculó en un billón de pesos al año, que engordarán el déficit de casi 2,5% el PIB que tendrá el país en 2023. A falta de financiamiento, para compensar ese desfasaje en las cuentas públicas el Gobierno apelará a la emisión, que alimentará aún más el proceso inflacionario.
Además, se enviará un proyecto de ley al Congreso para eliminar el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría (salarios) a partir de 2024, que requiere modificar la ley 20.628 de 1973, y que a lo largo de los años incorporó muchísimos cambios. Pero, además, como es un impuesto anual, debe regir a partir del 1° de enero en el mejor de los casos y no antes.
A favor de Massa habrá que decir que en los últimos años fue el impulsor de varios incrementos del piso para el pago de Ganancias, en la creencia - tal cual él mismo lo aseguró- de que el salario no es ganancia y por lo tanto no debe pagar el impuesto. Sólo este año hubo cuatro aumentos de ese monto.
Autónomos al margen
En contraste, los trabajadores autónomos no tuvieron actualización de las escalas ni de las deducciones desde 2019, lo cual en un país con una elevada inflación es literalmente una invitación a la aspiradora del Estado.
José Luis Ceteri, especialista en temas tributarios, señala que dos trabajadores, uno en relación de dependencia y otro desarrollando una actividad como autónomo, y ambos con un ingreso de $700.000 mensuales, el primero paga $0 de Ganancias, mientras que el autónomo tiene una retención mensual de $200.662.
La diferencia entre ambos trabajadores es que el que está en blanco tiene un gremio que defiende sus intereses, mientras que para autónomos e independientes no hay voces que pongan el tema en la agenda o directamente en la calle.
Para Ceteri la elevación del mínimo no imponible de Ganancias es una buena medida porque retrotrae la situación a lo que ocurría antes de la crisis de 2001, cuando sólo pagaban Ganancias los niveles gerenciales.
Según fuentes oficiales en 2003 pagaban el tributo 496.331 personas, el 9% del total de empleados en relación de dependencia, mientras que el porcentaje se elevó hasta el 30% en 2020, con 2.425.880 trabajadores alcanzados.
Desde entonces, sucesivas subas de los mínimos no imponibles fueron sacando gente del sistema, al punto que antes de este último cambio pagaban el impuesto 701.928 personas, el 7% de los asalariados.
Decir que los sueldos no son ganancia es una falacia, sostiene Ceteri. Y se pregunta: ¿por qué no van a ser ganancia y un autónomo cuando factura sí paga ganancia? El sueldo es una forma de ingreso que debería estar gravada por ganancias, ahí no hay duda, pero limitada a niveles gerenciales, señala el experto.
Consultado sobre la situación de los autónomos, Ceteri sostuvo que no se necesita de un decreto ni de una ley, la AFIP con una resolución general puede modificar y subir los montos exentos de cada actividad, actualizándolos y reconociendo en la práctica el impacto de la inflación.
Por su parte, el tributarista Sebastián Domínguez, destaca que es necesario ir a una segmentación en el caso de los autónomos, una escala progresiva del impuesto de acuerdo al ingreso.
Explica que durante la convertibilidad pagaban Ganancias los ingresos por encima de $120.000 mensuales, que eran $120 mil dólares. Actualizado por IPC eso daría hoy $27 millones, hoy paga el gana más de $2,8 millones.
En este sentido, afirma que se necesita una reforma integral, que debe hacerse por ley, y además aumentar los montos de gastos deducibles, como cónyuge, medicina privada, colegios, etc.
Sin embargo, la baja de impuestos debe ser gradual para morigerar el costo fiscal de esas medidas y debe hacerse después de eliminar el déficit fiscal y recién ahí bajar impuestos.