Las acciones chinas están imparables. Sólo en los últimos dos meses, el índice Hang Seng se disparó un 30%, mientras que el CSI 300 avanzó un 20% en septiembre. Afortunadamente para los inversores, la renta variable china podría continuar creciendo.
Así lo creen los estrategas de Goldman Sachs, quienes recomendaron "sobreponderar" las acciones chinas y estimaron que podrían subir otro 15% o 20% si las autoridades del país implementan más medidas económicas de estímulo.
Los recientes anuncios del Gobierno "llevaron al mercado a creer que los responsables políticos se volvieron más preocupados por tomar medidas suficientes para reducir el riesgo de crecimiento de cola izquierda", según los especialistas.
No obstante, esto no impulsó las valoraciones. De hecho, las compañías todavía cotizan por debajo de su promedio histórico. Y como las ganancias pueden mejorar y el posicionamiento de los inversores globales todavía es débil, el potencial de aumento aún está intacto.
La generosa medida de estímulo implementada por Pekín llevó a importantes firmas de Wall Street, como HSBC y BlackRock, a mejorar sus calificaciones. Esto refleja un aumento en las expectativas de que el mercado de valores, que antes estaba en declive, finalmente haya dejado atrás la crisis.
En consecuencia, Goldman Sachs elevó su objetivo para el índice MSCI China y el CSI 300 a 84 y 4.600 puntos, respectivamente. De todas formas, el banco advirtió sobre posibles desafíos, como un estímulo fiscal más débil de lo esperado, una toma de ganancias, las elecciones estadounidenses y riesgos arancelarios.
