Durante la jornada de este miércoles, el precio del oro subió un 0,9% hasta los US$ 2.299 por onza, registrando un nuevo récord nominal histórico. En lo que va del año, el metal dorado se disparó un 11,5%. En comparación, el índice accionario S&P 500 creció menos de un 10%.
La tendencia alcista se aceleró a mitad de semana luego de que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dijera que las lecturas sobre el aumento del empleo y una inflación superior a la esperada no cambian el panorama general de la política económica este año.
"El oro subió a otro máximo histórico debido al elevado volumen de operaciones después de que Powell enfatizara que los 'baches' en el camino no cambian el panorama general optimista", comentó Tai Wong, operador de metales independiente.
“El habitual enfoque cauteloso de Powell no preocupa a los alcistas del oro... Creo que los alcistas quieren ver US$ 2.300 y creo que más 'turistas' se están involucrando en el comercio”, agregó el especialista.
Puntualmente, Powell indicó que, si la economía evoluciona en términos generales como espera, él y sus colegas del organismo monetario coinciden en que una tasa de interés más baja que la actual de 5,25%-5,50% será apropiada “en algún momento de este año”.
En este contexto, Akash Doshi, jefe de investigación de materias primas en Citi, proyectó que la materia prima podría dispararse incluso hasta los US$ 3.000 por onza en los próximos 12 a 18 meses. Uno de los motivos sería el aumento de las compras por parte de los bancos centrales y otros participantes del mercado.
“El camino comodín más probable hacia los US$ 3.000 la onza de oro es una rápida aceleración de una tendencia existente pero de lento avance: la desdolarización en los bancos centrales de los mercados emergentes, que a su vez conduce a una crisis de confianza en el dólar estadounidense”, explicó el especialista en una nota publicada para sus clientes.
En consecuencia, los bancos centrales podrían duplicar las compras de oro, desafiando al consumo de joyería como el mayor impulsor de la demanda. Dentro de este grupo, los organismos de China y Rusia son los claros líderes, seguidos por India, Turquía y Brasil.
De hecho, durante dos años consecutivos, los bancos adquirieron más de 1.000 toneladas netas de la materia prima, según el Consejo Mundial del Oro. Para Doshi, “si esto vuelve a duplicarse muy rápidamente a 2.000 toneladas, sería realmente muy optimista para el oro”.