A finales de septiembre, el dólar contado con liquidación (CCL), el cual se utiliza para intercambiar dinero con el exterior mediante la compraventa de activos financieros que cotizan en bolsa, superó cómodamente los $800, allanando el camino hacia niveles aún más alarmantes.
Técnicamente, observando el comportamiento de la oferta y la demanda reflejado en un gráfico de precios, este tipo de cambio comenzó a acercarse cada vez más al techo de un canal alcista marcado en el rango de los $900, valor que quebró al alza recientemente.
Si bien la cotización del dólar CCL cerró en la última jornada en los $894, llegó a tocar un récord nominal de poco más de $934, lo que se tradujo en un crecimiento del 19% desde el mínimo del jueves de la semana pasada. Según los especialistas del mercado, lo que queda por delante no es más que un continuo ascenso.
Para Rubén Ullúa, analista técnico de mercados financieros, el próximo objetivo del dólar CCL se ubica en el rango de entre $1.000 y $1.100 por unidad. Y en caso de llegar, lo que es más que probable, significaría que el mercado estaría considerando que “el escenario inflacionario se está acentuando cada vez más”.
En tanto, desde el punto de vista fundamental, el experto se mostró alcista con el dólar cable, que suele tener un comportamiento similar al del dólar blue, porque, hasta que no quede claro el programa económico del próximo gobierno, los inversores y ahorristas van a seguir buscando cobertura, en un contexto en el que el Banco Central está deteriorado.
"Yo creo que después de que cambie el gobierno, eventualmente, tengo la impresión de que ya estos niveles en términos reales del dólar ya serán caros. El escenario puede cambiar, pero, por lo pronto, de acá a fin de año veo un dólar caliente", concluyó.
