Su exposición en el Seminario Internacional del Litio fue uno de los paneles más esperados del evento y su agenda de reuniones y pedidos de entrevistas refleja el papel protagónico que ya está desempeñando Livent en esta industria que emerge como una de las grandes oportunidades de Argentina para salir de este escenario de escasez de divisas.
En diálogo con Forbes, Ignacio Costa, director de Corporate Affairs de la minera estadounidense, cuenta los planes de inversión de la compañía y no le escapa al debate sobre la fabricación de baterías: hay que ir dando pasos, primero tenemos que gatear, después caminar y la batería vendrá probablemente cuando ya podamos correr.
¿Cómo están viendo la situación del litio en Argentina y qué perspectivas tienen?
Bueno, las perspectivas son muy buenas. La demanda global que hay de carbonato de litio hace que la oferta no vaya a satisfacer la demanda en un tiempo importante. Argentina tiene un rol muy importante en satisfacer esa demanda. Hemos demostrado que se puede producir carbonato de litio grado de batería en Argentina en forma confiable y responsable.
Recuérdenos las cifras de sus proyectos de expansión
Estamos invirtiendo hoy en una fase 1A y fase 1B, aproximadamente 1.400 millones de dólares, de los cuales ya hemos invertido más de la mitad. Hoy tenemos 20.000 toneladas de carbonato de litio equivalente de capacidad de producción. Vamos a duplicar esa capacidad de producción para finales de 2024, para después pasar de 40.000 a 70.000 toneladas a 2026. Asimismo, tenemos en estudio una segunda expansión para pasar de 70.000 a 100.000 toneladas en el año 2029/2030. Es una inversión muy importante para el país y para la región en particular.
¿Cómo se tomó esta decisión en medio de un contexto muy complejo de Argentina, con una situación económica muy complicada?
Es cierto que la situación económica no es la ideal, pero Argentina es un país que conocemos muy bien. Hace más de 25 años que estamos produciendo en Argentina, conocemos los vaivenes económicos y creo que podemos navegarlos suficientemente bien a pesar de las dificultades que conlleva, pero lo sabemos hacer. Para ello, lo más relevante fue la estabilidad del marco jurídico, el marco regulatorio, esas reglas claras que siempre pedimos. Desde la década del 90', la ley de inversiones mineras generó una expectativa muy favorable por la estabilidad que estableció dio esa ley para las inversiones mineras. Entonces, gracias a eso, Argentina hoy tiene en cartera los proyectos que tiene. Si no se hubieran hecho esas inversiones en el momento que se hicieron, no estaríamos hoy aprovechando la ventana de oportunidad que estamos aprovechando como país.
¿No les genera temor estas discusiones dentro del Gobierno de crear una OPEP de litio o una ley de industrialización que exija algunos requisitos de valor agregado?
Bueno, es algo que los inversores nos preguntan mucho también. Ahora bien, es un diálogo que se está dando, es una discusión que seguramente hay que dar con todas las partes involucradas. Pensamos que el capital y la inversión necesitan reglas claras, porque si no, va a mirar hacia otro lado. Creemos que la política pública establecida por la ley de inversiones mineras y el código de minería ha dado su resultado. También confiamos en que desde el Estado eso mismo se va a ver. Argentina es un país federal, como bien sabes, los recursos son de las provincias, y creo que los gobernadores tienen bastante claro que no quieren cambiar el marco regulatorio. Es válida la discusión; hay que informar a la sociedad civil y a la opinión pública. Como industria todavía nos falta mejorar mucho en la comunicación, para que se entienda todo el desarrollo que genera la actividad. El desafío es mostrárselo a todo el país. Porque realmente es una de las oportunidades del país.
¿Cuál es la visión de la empresa respecto a las condiciones del país para fabricar baterías de litio?
Nuestra visión es que la prioridad es fomentar el upstream en el país, la producción. Sin perjuicio de ello, Livent apoya el downstream, las cadenas de abastecimiento aguas abajo, como son por ejemplo la fabricación de baterías y celdas. Por ejemplo, a raíz de nuestro contrato con Y-TEC, Livent suministra el carbonato de litio para la primera planta en Latinoamérica de celdas de baterías. Ese carbonato lo suministramos nosotros y demuestra que, si la demanda es real, la industria de litio la va a satisfacer. Para las empresas de litio, sería ideal poder vender nuestro producto acá en el país. Ahora bien, los mercados se tienen que ir construyendo. Y primero, lo que nos pide el mundo, creemos nosotros, es demostrar que podemos ser un productor confiable de carbonato de litio en tiempo y calidad. Si cumplimos eso, lo demás va a llegar con el tiempo. Hoy no hay un mercado sólido de autos eléctricos en Latinoamérica. Sobre todo, en el Cono Sur, pero a medida que eso se vaya construyendo, Argentina tiene un capital humano enorme. Ya lo sabemos muy bien. Ahora bien, geográficamente, estamos hoy muy lejos de la demanda. Entonces, hacia los mercados de Asia, los costos de transporte son muy grandes. Recuerde que la batería no es solamente de litio, tiene muchos otros componentes que habría que importar. Probablemente, en un inicio, con las condiciones de hoy, no sea económicamente rentable armar una planta de baterías que conlleva más o menos entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Eso no significa que no puedan estar en el futuro. Pero insisto, hay que ir dando pasos. Primero gatear, después caminar y después correr. La batería vendrá cuando ya podamos correr.