Hoy vamos a hablar de dos empresas que están aumentando sus dividendos y tienen un importante potencial alcista. Estas dos empresas lograron un rendimiento del 138% y del 199%, respectivamente, durante la primera administración de Trump. Si la historia se repite, este dúo podría nuevamente lograr rendimientos de tres dígitos con la administración entrante.
ADI: un rendimiento del 138% bajo la administración Trump
La primera empresa que destacamos es Analog Devices (ADI). Sus acciones bajaron un 9% desde sus máximos recientes por temores comerciales, que creemos están exagerados. ADI tiene una sólida base manufacturera en Estados Unidos, con cuatro instalaciones específicas, lo que le da la flexibilidad de aumentar su producción local si fuera necesario por razones políticas. Además, sus otras fábricas están en Europa y el sudeste asiático, regiones que no están sujetas a los aranceles actuales.
Con este contexto favorable, su capacidad de maniobra y su historial de rendimientos excepcionales, ADI se posiciona como una opción atractiva para vos, que buscás mitigar riesgos y aprovechar oportunidades en el actual entorno de incertidumbre comercial.
Esta compañía crea y vende chips semiconductores que están presentes en todos lados. La empresa brinda soporte para aplicaciones industriales, automotrices, de consumo y de comunicaciones. En esencia, conecta el mundo físico con el digital.
Un ejemplo de su innovación es su colaboración con Waymo, la empresa de autos autónomos, en el desarrollo de tecnología de radar. Este avance permite medir la distancia y la velocidad de otros objetos, lo que es crucial para la seguridad y la eficacia de estos vehículos.
Estos autos autónomos ya circulan en San Francisco, Phoenix y Los Ángeles, y para 2025 lo van a hacer también en Austin y Atlanta, mientras que actualmente se están realizando pruebas en Buffalo y Miami. Estos vehículos inteligentes dependen de chips, y la automatización automotriz es una tendencia que necesita las soluciones innovadoras que ADI ofrece.
El control de la salud personal es otro mercado que está creciendo rápidamente. ¡Podés tener un pequeño chip en tu muñeca o en tu dedo y ni siquiera darte cuenta! Los chips analógicos de ADI combinan múltiples mediciones para monitorear signos vitales como la frecuencia cardíaca, los niveles de oxígeno en sangre y la frecuencia respiratoria.
Los dispositivos de salud están volviéndose increíblemente precisos. Mi anillo de seguimiento del sueño, por ejemplo, parece darse cuenta de que estoy por enfermarme antes que yo mismo lo haga. Este tipo de avances tecnológicos muestra cómo los productos de ADI están impulsando esta tendencia hacia una atención médica más personalizada y proactiva.
Ningún cliente representa más del 10% de los ingresos de esta compañía. La cartera de ventas diversificada de la empresa genera beneficios sólidos y asegura un flujo crecimiento para los inversores a través de sus dividendos. De hecho, el pago de estos aumentó un impresionante 149% en la última década, lo que demuestra su compromiso con la creación de valor para quienes confían en su potencial.
Con una escalera de dividendos estable y el entusiasmo de los inversores por su colega de inteligencia artificial, Nvidia, uno podría pensar que las acciones de ADI también tendrían un precio ideal. Sin embargo, siguen en la categoría de ofertas tras una caída pronunciada del 15% en verano. Al momento de escribir esto, la empresa todavía está un 9% por debajo de sus máximos alcanzados en julio.
Aquellos que se dejan llevar por los titulares de los periódicos sobreestimaron los riesgos arancelarios que enfrenta ADI. La empresa prosperó durante el gobierno de Trump y está preparada para otra posible racha de rendimientos de tres dígitos gracias a las políticas que implementaría el presidente electo.
ABT: un rendimiento del 199% bajo Trump 1.0
Pasando de los chips tecnológicos a la atención sanitaria, nos encontramos con un sector donde muchos inversores tradicionales estuvieron deshaciéndose de sus acciones desde que el mercado empezó a descontar una posible victoria de Trump. ¿Por qué? Porque se espera que Robert F. Kennedy Jr. dirija el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.. ¿Esto significa que deberíamos vender todas las acciones relacionadas con la atención sanitaria?
¡Incorrecto! Abbott Laboratories (ABT), una de las empresas líderes del sector, probablemente continuará avanzando con buen pie, tal como lo hizo durante el primer mandato del presidente electo. Sus acciones subieron un impresionante 199%. Su modelo de negocio era sólido entonces y sigue siendo sólido ahora. Sin embargo, actualmente cotiza un 8% por debajo de sus máximos recientes debido a los temores relacionados con RFK y se encuentra un 15% por debajo de los máximos históricos que alcanzó a finales de 2021.
Aunque pueda no ser un tema agradable, ¿recordás esto?
Cada vez que alguien usaba una prueba rápida, ya fuera por obligación o por elección, representaba una nueva venta para Abbott. No importaba si el pago lo hacía el gobierno, una compañía de seguros o tu tarjeta de crédito en CVS: todas esas transacciones sumaban ingresos para la empresa.
Las ventas de la compañía crecieron de 32.000 millones de dólares a 45.500 millones de dólares en poco más de dos años. ¡Un crecimiento impresionante partiendo de una base ya elevada! Por supuesto, la "fiebre de los kits de prueba" no duró para siempre. A medida que disminuyó, también lo hicieron las ventas de Abbott, y los inversores descartaron esta acción, al igual que lo hicieron con los bastoncillos de algodón usados.
Sin embargo, la empresa ya tenía preparada su próxima jugada. El mercado del control continuo de la glucosa (CGM) está en plena expansión, no solo entre personas con diabetes, sino también entre quienes buscan optimizar su salud en general. El sistema CGM FreeStyle Libre de Abbott fue un gran motor de crecimiento. Ahora, la compañía amplía su línea con el lanzamiento de Lingo, el primer artefacto disponible sin receta médica.
Para entender el futuro de la medicina preventiva, mirá Don't Die en Netflix. El documental presenta a Bryan Johnson, un multimillonario tecnológico cuya misión es, literalmente, vivir para siempre. Para lograrlo, está obsesionado con optimizar sus biomarcadores personales. Para él, los niveles de glucosa "aceptables" no son suficientes; deben ser óptimos. Este tipo de mentalidad podría disparar la demanda de sistemas CGM, incluso entre personas perfectamente saludables.
Aunque Johnson sea un caso extremo, el enfoque en la medicina preventiva es otra tendencia que se consolidará en los próximos años. Abbott está perfectamente posicionada para capitalizar esta oportunidad. No olvidemos que esta acción disfrutó del primer mandato de Trump con un impresionante rendimiento del 199%. ¿Podría repetir la hazaña en la era Trump 2.0? Todo indica que sí.
*Con información de Forbes US.