La desarrolladora Caestta del Grupo ADBlick realizó un encuentro para inversores en el que participó Germán Gómez Picasso, fundador de Reporte Inmobiliario, quien afirmó que, para el que tiene dólares guardados, es un buen momento para aprovechar oportunidades.
Si se tiene una necesidad puntual, ya sea para ampliarse, comprarle un departamento a un hijo o animarse a una casa de fin de semana para uso propio, sin dudas es un muy buen momento, explicó el ejecutivo.
Según su análisis, los precios de los inmuebles ya cumplieron cuatro años de una caída acumulada que hoy supera el 40% en dólares, ubicándose en niveles nominales de hace 13 o 14 años.
A su vez, todos sabemos que un dólar hoy no vale lo mismo que hace 14 años, así que en términos reales los valores se retrotraerían mucho más a niveles del 2004-2005, detalló Gómez Picasso.
Por otro lado, durante el evento, el especialista hizo referencia a los costos de reposición o de reconstrucción de un activo inmobiliario, que, a pesar de haber caído en pandemia, se están comenzando a recuperar.
Los costos de construcción en 2017 llegaron a un pico histórico. Una casa en un barrio cerrado de buena calidad, tenía un costo de US$ 1.300 por metro cuadrado promedio. Para 2020, con la pandemia y la devaluación, los precios cayeron a la mitad y uno podía construir por unos US$ 600, ejemplificó.
Aunque posteriormente existieron múltiples devaluaciones, también hubo un incremento de los costos en pesos de los materiales y de la mano de obra que fueron imparables, por lo que las devaluaciones de los últimos dos años no llegaron a suplir los fuertes incrementos en moneda local.
Si en 2023 tenemos un dólar billete pisado, por ser un año electoral y con los incrementos en pesos que son una certeza, es muy probable que volvamos a tener un pico de los costos de construcción en dólar billete: por lo menos hasta las elecciones, proyectó Gómez Picasso.
De cara al mediano plazo, el responsable de Reporte Inmobiliario comentó: Yo creo que no hay chances de que los valores sigan bajando, me imagino precios estables en los niveles que estamos hoy. De haber cambios políticos, puede que los precios empiecen a subir pero levemente. Lo que sí se puede vislumbrar es una suba en la rentabilidad por alquiler aceptables y un mercado con cantidad de operaciones muy similares a las que tenemos hoy.