La geotermia es otro de los tantos potenciales no aprovechados de la Argentina. Se trata de un tipo de energía renovable que proviene del calor de la tierra y que no solamente podría atraer miles de millones de dólares en inversiones, sino que sería importante para solucionar muchos de los problemas eléctricos que tiene el país.
En una entrevista con Forbes, Alejandro Conde, coordinador científico del área de geotermia del Servicio Geológico Minero de la Argentina, explica la importancia de desarrollar este recurso y cuáles son los nichos donde acapara el mayor interés.
¿Por qué hasta ahora prácticamente no vimos ningún avance en relación a la energía geotérmica?
La razón es fácil de entender. Primero, por los subsidios a las tarifas. Segundo, las condiciones macroeconómicas que tenía el país y el riesgo que significaba para el inversor. Estamos hablando de 3,8 o 4 millones de dólares por MW, entonces, era muy difícil que se concrete. Ahora, en cambio, hay novedades en intereses privados para el empleo de la geotermia para autoabastecimiento eléctrico de emprendimientos turísticos (como centros de esquí) y para lo que sería la cogeneración con una visión de futuro. Es decir, generar usinas geotermoeléctricas para abastecer de electricidad a salmueras geotermales, litio y tierras raras. Por lo tanto, el concepto de la cogeneración, genero electricidad para mi planta, es un horizonte que se está abriendo. Hay proyectos mineros, donde hace que la posibilidad de disponer de electricidad sea estratégica para llevar a proyectos de cobre como Taca-Taca. De modo que se avecinan escenarios que pueden promover la inversión privada porque necesitan esa electricidad.
¿Cuánto significaría esa demanda en términos de potencia instalada?
Cada emprendimiento geotérmico se calcula hasta 200 MW. En el caso del Volcán Socompa, la necesidad local es de 300 a 450 MW porque los consumos eléctricos de una planta de tratamiento de cobre son muy grandes. En el caso de Caldera Cerro Blanco (en Catamarca) está en el orden de 160 MW. En Salar de Rincón, 100 MW. Pero el total de cuánto se requeriría de la geotermia en la Argentina para apalancar todas estas demandas (entre proyectos mineros, turísticos, pueblos alejados y la posibilidad de cogeneración), se está hablando de alrededor de unos 1000 o 1500 MW. Es poco de acuerdo al potencial argentino, que supera los 6.000 MW, pero estamos hablando del abastecimiento eléctrico en la Cordillera y en la Puna, donde la electricidad es escasa y por lo tanto los proyectos geotérmicos tienen mayor competitividad. De modo que yo creo que el impacto económico que generan estos 1500 megawatts es significativo porque viabiliza y facilita el desarrollo minero argentino, donde hay que hacer extensiones de tendidos, hay que importar electricidad de Chile. Hay una serie de barreras con infraestructura sin desarrollar a nivel red nacional que la geotermia lo puede suplir porque son emprendimientos autóctonos, son emprendimientos para abastecer un radio de suministro en el orden de 65 kilómetros.
¿Qué inversión requerirían estos proyectos en millones de dólares?
Si promediamos unos 3,8 dólares por MW, estamos hablando de una inversión de entre 3.800 y 5.700 millones de dólares. Pero atención, comprende desde la exploración hasta la factibilidad de montaje de una planta. Y un dato no menor: salvo las turbinas, todo se fabrica en Argentina. Todo, desde geoestaciones, todos los elementos que componen una usina y hasta en las perforaciones existe la tecnología apta para geotermia en el país. Eso es una gran ventaja competitiva que no la tienen otros países como Colombia, que está por montar dos plantas.
¿Por qué sería más competitiva la geotermia para abastecer a los proyectos mineros que la energía renovable o la construcción de un gasoducto?
Primer tema: el gasoducto transporta hidrocarburos, que es una energía sucia. Con respecto a energía renovable, la geotermia tiene un factor de conversión del orden del 85% al 90%. La energía solar y la energía eólica son intermitentes. A la noche o cuando no hay viento no generás electricidad y además necesitás acumuladores, que son carísimos. Una vez que tenés un campo geotermal es mucho más económico, más fácil de amortizar. Pero son complementarias. Todos los países del mundo que exploran y desarrollan la energía solar y eólica y tienen campos geotermales, los desarrollan. Por ejemplo, Estados Unidos es el mayor productor de energía solar en el mundo, pero también es el mayor productor de energía geotérmica. Es una energía autóctona que apalanca la industria minera, el desarrollo poblacional o de turismo en zonas alejadas de los centros urbanos. Además, recordemos que la energía eólica ocupa en el orden de 20 a 30 hectáreas para generar un mega, la energía solar en el orden de 6 a 12 hectáreas y la energía geotérmica apenas media hectárea.
¿Qué hace falta para que empiecen a desarrollarse estos proyectos?
Cuando empiece a desarrollarse masivamente el litio, la salmuera geotermal va a tener la ventaja de tener su energía propia y las empresas van a empezar a empezar a buscar campos geotermales cerca para abastecerse. También lo está evaluando un centro de esquí muy grande en Mendoza. Y justamente la idea es aprovechar el campo geotermal que hay para medios de elevación, para infraestructura hotelera.
¿Falta algún impulso más en materia de regulación por parte del Estado o ya están las condiciones para que avance?
Con respecto a regulación yo diría no. La energía geotérmica es un mineral, considerado mineral de primera categoría por el Código de Minería, por lo tanto, ya tiene un marco de regulación muy comprobado y muy definido a través del Código de Minería. El RIGI va a ser muy importante también. La Argentina podría ocupar el primer puesto en Sudamérica por los registros geotérmicos que existen. Tenemos un horizonte muy promisorio, pero siendo un desarrollo de riesgo, se requiere de un marco económico estable, reglas claras.
¿Qué provincias tienen mayor potencial?
Catamarca está en una posición formidable, tiene muchísimos campos geotermales y un escenario que requiere energía eléctrica y desarrollo minero. Le siguen Salta, Jujuy, Neuquén, Mendoza y La Rioja.
¿La principal ventaja es que no necesita nuevas redes de alta tensión al abastecer una demanda in situ?
Ese es el negocio. En general en el mundo es así, las plantas geotérmicas son para demanda zonal. Hay casos, por supuesto, que van a los tendidos de transmisión. En el Estado de Nevada, por ejemplo, la energía geotérmica abastece a toda su industria del oro, pero también se vende a California.