La mayoría de los inversores busca participar del crecimiento financiero, pero siempre tratando de proteger al máximo el patrimonio. No obstante, algunos directamente quieren conseguir la mayor rentabilidad posible, por lo que se consideran perfiles agresivos.
Miguel Braun, asesor financiero en Cohen Aliados Financieros, remarcó que "un inversor agresivo sería aquel que busca obtener mayores retornos para su inversión, sin importar que para eso tenga que tomar mayores riesgos".
La renta variable, la reina
Según el especialista, estos inversores, contemplando el actual escenario de tasas de interés a nivel mundial, deberían tener "toda su cartera en acciones". Después, "dependiendo de qué tan agresivo sean, eso va a definir el porcentaje del total de su cartera que tengan invertido", agregó.
Además, explicó que, si el individuo es incluso muy agresivo, puede optar por operar derivados financieros como las opciones o los futuros o realizar estrategias de compras al descubierto, dejando como garantía todos los demás títulos que tenga en el portafolio.
Concentración sobre diversificación
Por otra parte, a diferencia de lo que sucede con perfiles más conservadores, al buscar los máximos retornos posibles no hay que diversificar en exceso. Aunque Braun explicó que hay índices agresivos como el Nasdaq 100 o aquellos centrados en empresas de crecimiento, lo ideal sería directamente adquirir acciones individuales, siempre y cuando se conozcan muy bien.
“Esto porque entiendo que el riesgo es la posibilidad de pérdida de capital. Diversificarte per se no te cubre de eso. En cambio, si vos comprás una acción value, que cotice por debajo o al mismo nivel que el valor contable de los activos de la empresa, entonces ya sabés que tu riesgo de pérdida de capital se minimiza”, argumentó el asesor.
¿Y las criptomonedas?
Muchos especialistas del sector aconsejan sumar al portafolio agresivo una porción de criptomonedas para aprovechar el supuesto gran potencial que tienen por delante. Sin embargo, no es el caso de Braun, quien no las considera activos productivos.
“Si vos comprás un campo, producís soja, maíz, trigo, etc. Si comprás un departamento y lo pones en alquiler, te produce la renta que te pagan. Si comprás acciones de una empresa, esa empresa puede generar ganancias que luego reparte de alguna u otra manera a los accionistas. Con las criptos no tenés eso, porque no producen nada. Solo te queda esperar que venga alguien después de vos y pague un precio mayor que el que pagaste vos por el activo”, sentenció el experto.